La selección española mostró hoy en París su dimensión de campeona del mundo y venció por 1-0 a Francia, lo que aclaró su camino hacia Brasil 2014 después de las dudas surgidas tras el empate del viernes ante Finlandia.
Gracias al gol de Pedro a los 58’, España pasó a ser líder de su grupo con 11 puntos, uno de ventaja sobre ‘les bleus’. La clasificación para el Mundial vuelve a estar en sus manos. Es una alegría muy grande. No podíamos fallar y lo hemos conseguido, celebró Pedro tras el partido.
La selección de Vicente del Bosque llegó a Francia con la obligación de ganar y no solo aceptó el reto, sino que ofreció un buen fútbol culminado por un gol de Pedro en la segunda parte.
La selección española entró en Saint Denis con la categoría que se le exige a una campeona del mundo. Y no solo jugó con autoridad, obligando al tumultuoso repliegue de la selección local, sino que movió el balón con la ligereza de sus mejores noches. No fue ese dominio cansino e ineficaz de los últimos partidos.
España sólo tardó cinco minutos en crear su primera gran oportunidad. Ocurrió en una gran internada de Nacho Monreal, quien llegó a la línea de fondo, centró atrás y Xavi mandó fuera cuando tenía todo el arco para él. Pocas veces en su carrera habrá errado el volante del Barcelona una oportunidad así.
España solo descompuso su figura a la media hora, cuando protestó enérgicamente una caída de Pedro, derribado por el arquero Hugo Lloris. Pero el árbitro húngaro Viktor Kassai no vio el posible penal.
Esa jugada sacó a España del partido durante unos minutos y Francia tuvo su mejor ocasión a los 38 minutos, tras un error clamoroso de Gerard Piqué que propicio un mano a mano de Ribéry con Víctor Valdés. El arquero del Barcelona, sustituto del lesionado Iker Casillas, que siguió el partido desde la tribuna, sacó el balón milagrosamente.
LA FURIA ROJA La selección española se fue al descanso con doble enojo: por no haber traducido su buen juego en goles y por la acción de Pedro en el área francesa. La segunda mitad no cambió sustancialmente. Francia pareció querer presionar un poco más arriba, pero pronto regresó al repliegue expansivo por efecto del dominio y movimiento del conjunto español.
El gol español parecía cuestión de minutos y éste llegó cercano a la hora de partido. Monreal volvió a subir por su banda izquierda, puso un gran centro raso y Pedro sorprendió a todos entrando desde atrás. Hugo Lloris intentó sacar el remate del jugador del Barcelona, pero lo único que hizo fue prolongar la agonía. Fue el gol que España merecía.
Francia mostró orgullo hasta el final, pero España, con una gran versión de Andrés Iniesta, aguantó un resultado que vale oro. Ahora tiene todo a favor para clasificarse para el Mundial, algo no demasiado claro antes de viajar a París.