Alianza Lima continúa con iniciativas benéficas. Esta vez, el club blanquiazul se ha convertido en el primer equipo de fútbol profesional peruano en firmar un acuerdo con ACNUR para apoyar la integración de las personas refugiadas en América, por medio de la promoción de valores compartidos como respeto, tolerancia y solidaridad.
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A través de la estrategia conjunta, Alianza Lima ofrecerá becas para que personas refugiadas y migrantes puedan unirse a sus academias de fútbol. El club está trabajando con ACNUR en un taller para mejorar las capacidades de más de 50 entrenadores y entrenadores de las categorías formativas de la institución blanquiazul en una primera etapa.
Con ello se busca asegurar la transferencia de herramientas para que las niñas, niños y adolescentes puedan construir sociedades inclusivas, comprender la difícil situación de las personas refugiadas y convertirse en agentes de cambio. El club íntimo y sus jugadores, además, se sumarán al esfuerzo para recibir a las personas refugiadas y luchar contra la xenofobia.
“La diversidad es nuestra fortaleza dentro y fuera de la cancha. Nuestro club nació de la inclusión de un grupo minoritario y, a partir de ahí, sentamos las bases de lo que somos ahora: un club íntimo, donde por experiencia sabemos que no importa la nacionalidad, la edad, el origen o la raza, porque juntos somos mejores", señaló Kattia Bohorquez, gerenta general de Alianza Lima a la prensa del club.
"Todas y todos tenemos diferentes talentos que suman y el trabajo en equipo es lo que nos define. Como el club con la mayor cantidad de seguidores en el país, estos valores nos identifican y por eso nos unimos a esta noble causa”, añadió.
Perú se ha convertido en el primer país de acogida de personas solicitantes de la condición de refugiado de Venezuela en el mundo. Medio millón de personas han solicitado la protección internacional de un total de un millón de venezolanos que ha llegado al país. Hace cuatro años el país registraba 300 solicitudes de la condición de refugiados por año. Hoy recibe unas 600 solicitudes diarias.
Los recursos, servicios y capacidades que estaban limitados con la pandemia se han visto rebasados en ciertos momentos, imposibilitando cubrir las necesidades de todas las personas vulnerables y haciendo la situación cada vez más difícil. En este contexto, más del 60 por ciento de los venezolanos reportan haber sido discriminados en 2020, frente al 30 por ciento a principios del año pasado.
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“El aumento de la discriminación tiene diferentes consecuencias, entre las que se encuentran la falta de acceso a derechos y servicios básicos, agresiones verbales, pérdida de empleo y/o vivienda e incluso violencia física”, dice Federico Agusti, representante de ACNUR en Perú.
“Trabajar con un club de fútbol para promover la integración nos permitirá dar vuelta al partido. Si podemos llevar la pasión de jugar y ganar como equipo en la cancha a trabajar en equipo con refugiados y migrantes, estoy seguro de que podremos hacer la diferencia”, agrega.
ACNUR tiene presencia en Perú desde 2018 y brinda asistencia humanitaria de emergencia para los más vulnerables con programas para proteger y apoyar la integración en el país. ACNUR ha recibido más de 70 000 llamadas de familias que necesitan asistencia a través de su línea directa.
Además, unas 40 000 personas han recibido ayuda mediante transferencias de efectivo, se han proporcionado más de 170 000 raciones de alimentos y se está apoyando a 20 refugios en todo el país.
Rubert Quijada, defensa central de Alianza Lima, indicó: “Me siento emocionado de ser parte de este esfuerzo conjunto entre ACNUR y Alianza Lima. Desde que me invitaron al challenge por la Solidaridad Azul, me pareció importante juntar 5 900 dominadas para generar conciencia sobre el difícil y largo camino que las personas refugiadas recorren para estar a salvo. Este número, además, representa la distancia entre mi país, Venezuela, y mi nueva casa, Perú”.
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