Garcilaso ha hecho historia. En realidad, la sigue haciendo. Ya era bastante con pasar a octavos de final en su debut en la Copa. Ahora, metido en cuartos, se podría decir que ya es una hazaña. No todos los días se elimina a un peso pesado como Nacional en un mítico estadio Centenario. Lejos de que pueda seguir avanzando, su participación ya se puede considerar como exitosa. Aquí las claves de esta clasificación:

Los refuerzos. Garcilaso es el equipo peruano que mejor se reforzó este año. Ni la U ni Alianza y mucho menos Cristal. Luego de obtener el subcampeonato, el equipo cusqueño se quedó sin sus referentes de una columna vertebral que logró lo que ya era una hazaña con dos años de fundación. Se le fueron Allocco, Uribe, Ciucci, Rodríguez y Pando. Se creyó, entonces, que era difícil que repita la campaña del 2012. No obstante, contrató a Retamoso y a tres paraguayos que son ahora el eje de un equipo ordenado y que lucha de igual a igual ante cualquier rival. Estos son Bogado, Gamarra y Ferreira. Inclusive Ramúa. Todos le funcionaron. En la Copa está entre los ocho mejores y en el torneo peruano pelea la punta con tres partidos menos.

Freddy García. Una vez que culminó el campeonato 2012, todos se fueron de vacaciones. Menos ‘Petróleo’, claro. Por eso cuando habla con Fox Sports lo recalca. El entrenador hizo su maleta y viajó a Paraguay en busca de refuerzos. Como debe de ser. Y no aceptar recomendaciones de empresarios que invierten en tu equipo, como es el caso de muchos clubes en el Perú. Jonathan Ramírez, de Cristal, es una prueba de ello. Mosquera no lo quiere y juega poco o nada. El éxito de este entrenador que no figura en Wikipedia es haber acercado a sus jugadores a su máximo potencial. Que Carranza, Herrera, Bogado, Ramos o Ferreira sean figuras depende mucho de él y el trabajo técnico que ha realizado. En su equipo corren todos como si se tratara de una final.

Dos estilos. Garcilaso tiene dos caras: una de local y otra de visita. En casa es un equipo ofensivo que intenta sacar ventaja de la altura de Cusco. Uno con posesión del balón, protagonista y que genera muchas ocasiones de gol. Claro, también otorga ventajas en defensa. Pero arriesga. Eso, por ejemplo, le trajo algún problema cuando fue goleado 3-0 por Tolima. Fuera de casa, Garcilaso cambia totalmente. Se reconoce un equipo chico, mas no inferior, y juega de acuerdo a sus posibilidades. Se convierte en un once que prioriza la defensa. Cede el protagonismo, se resguarda atrás –ayer lo hizo muy bien ante Nacional– e intenta ganar de contra. Así, ha ganado dos y perdido dos.

Actuaciones superlativas. El equipo corre. Correr es un acto voluntario. Cada uno de sus jugadores mantiene una regularidad propia de su esfuerzo por sacudir la adversidad y acercarse a la epopeya. Bogado, defensa paraguayo, ha sido el patrón de una defensa ordenada. En ataque, ha marcado dos goles. Lo de Carranza, lejos de uno que otro rebote que otorga, ha sido bueno en la Copa. Ayer, por ejemplo, sacó al menos tres claras de gol para los uruguayos. Gamarra, el paraguayo que solo juega la Copa y no el torneo local, realiza en defensa un trabajo silencioso de recuperación y en ataque ha hecho dos goles. Arriba, Víctor Ferreira ha sido un gladiador. Apenas ha marcado un gol, pero su sacrificio para la marca, para luchar solo, para meter la cabeza contra el chimpún, es meritorio.

Trabajo dirigencial. Lejos de ser una institución rica como otras del norte del país, Garcilaso maneja un presupuesto bajo que aprovecha bien. No es que sea un cuadro pobre, pero tampoco es un equipo que gaste por gastar. Garcilaso ha gastado lo justo y necesario. De hecho, si tuviera más, hubiese retenido a sus máximas figuras del 2012. En infraestructura el equipo cuenta con todas las facilidades. Si uno viaja al Cusco y pide que lo lleven a la Casa Celeste, se encontrará con una humilde morada bien pintada, ordenada, en la que los jugadores tienen todo tipo de facilidades (gimnasio, comedor, sala de recreación, sala de videos, cuartos) para concentrar. No es un hotel cinco estrellas, pero es un espacio que se respeta.