CHRISTIAN CRUZ VALDIVIA

El 28 de julio de 2014, Melina tendrá su segunda oportunidad en el mar entre Gibraltar y Marruecos. Aunque antes intentará cruzar el Canal de la Mancha y hacer la Vuelta a Manhattan.

¿Trabajabas en el Poder Judicial? Sí. En la Corte Superior de Justicia de Lima desde 1997 hasta el 2005. Empecé siendo auxiliar administrativo y luego fui secretaria de logística. Me apoyaban. Podía entrar un poco tarde y entrenaba en la mañana. Me dejaban entrar a las 10 a.m., así que entrenaba desde las 5 hasta las 8.

¿Cómo nace tu gusto por el mar? En 2002, fui al Campo de Marte a ver algo que se llamaba triatlón indoor. No sabía qué era. Yo practicaba gimnasia y sabía nadar lo mínimo, pero los que me vieron ahí me hicieron competir en el campeonato nacional. Pese a que quedé entre las últimas, me gustó y empecé a entrenar duro en el mar. Me inscribí en academias y nadé mejor.

¿Y cómo se da el desafío de ir a cruzar el estrecho de Gibraltar? La idea nació en 2008. Ya practicaba triatlón y un grupo de amigos organizó una competencia de nado entre Chorrillos y La Punta. La Ruta Olaya. Nadamos 32 kilómetros, sin GPS y lo hicimos en 8 horas y 24 minutos. Decidimos seguir buscando más desafíos y nos inscribimos en la Asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar (ACNEG). Ninguna mujer peruana lo había cruzado.

El 2010 fue tu primera vez Así es. En 2010 me junté con Ricardo Bustamante, porque te cobran 3 mil euros por persona y 4 mil si son dos, por eso fuimos los dos. Antes ya había logrado cruzar de ida el peruano Daniel Carpio, en 1941 y 1943, pero queríamos superarlo. Yo estaba entusiasmada y fue una experiencia increíble. Hicimos el ida de 21 kilómetros entre Tarifa (España) y Punta Leona (Marruecos) en 5 horas y 45 minutos, aunque nos contabilizaron 6 horas mientras subíamos al barco.

Y regresas este año para el ida y vuelta Sí. Quiero ser la primera peruana en cruzar ida y vuelta el estrecho de Gibraltar. Me preparé mucho. Con Ricardo llegamos a nadar 120 kilómetros semanales para ir y cumplirlo. El primer día que lo intentamos fue el 4 de agosto, pero nos sacaron a los 8 kilómetros porque las corrientes eran fuertes. Luego volvimos a entrar el 8 y ahí sí cruzamos el ida y al regreso nos sacaron cuando nos faltaban solo 10 kilómetros para completar los 42, según nos dijeron porque las corrientes nos habían desviado a Ceuta, cerca de la zona de tráfico de barcos.

¿Cómo es el recorrido? Nadamos acompañados por un barco de asistencia y un zódiac que va abriendo el camino. Cada hora paramos para que nos den algo de comer, bebidas y barras energizantes. Nos los dan en una canasta, porque no podemos tocar el bote. La experiencia es única, porque te cruzas con delfines, tortugas y, claro, también ves a los barcos cruzar. Cuando llegas a Punta Leona, tocas el cerro y das media vuelta para el regreso.

¿Qué sentiste al quedar tan cerca de lograr el reto? Fue difícil porque nos habíamos preparado tanto. Aunque luego, la hija de Ricardo nos dijo que ella escuchó que los organizadores habían visto una aleta extraña. Quizás había tiburones y por eso nos sacaron. No estábamos cansados. Ricardo me dijo que no iba a regresar y yo dije que sí. “A mí no me va a ganar el mar de Tarifa”, le dije, y volveré.

No te das por vencida Para nada. Quiero ser la primera peruana en cruzar, ida y vuelta, el estrecho de Gibraltar. Ya tenemos nuestro plan de desafíos para el próximo año. Pero ya no estaré con Ricardo, iré con Eduardo Collazos. En febrero haremos la Ruta Olaya, en mayo vamos a ir para la Vuelta a Manhattan, que son 52 kilómetros alrededor de la isla, y después el Canal de la Mancha (Francia-Inglaterra), de 32 kilómetros. Este es el más complicado porque lo hacemos sin traje de natación y el agua está a 13 grados de temperatura. Y será el 28 de julio de 2014 que iré nuevamente al estrecho de Gibraltar.

¿Y qué piensas de Diana Nyad, la estadounidense que cruzó de Cuba a Miami sin protección contra tiburones? Es una locura. Yo me muero con eso. Lo ha intentado muchas veces y es una clara muestra de que nunca hay que perder las esperanzas de cumplir lo que te propones. Tiene 64 años, y aunque leí que lo había hecho descansando, es destacable. Yo no me imagino haciendo eso.

¿Y ganas algo con esto? Claro, pero para el Perú. Que digan “una peruana cruzó el estrecho”. A mí me dan solo un reconocimiento por cumplirlo, nada más. Solo dos nadadoras lo han logrado. La española María Luisa Caballero y la australiana Penélope Palfrey han sido las únicas en hacer el ida y vuelta, y ahora hay una loca peruana que lo sigue intentando.