El deporte nacional necesita cerrar todas las brechas que existan. Ya con Lima 2019 se empezó a equipar la infraestructura con los grandes requerimientos que exige el mundo, pero aún falta dar otros pasos. Y es en ese sentido en el que Legado Lima 2019 tiene en mente un gran proyecto de un Centro Biomédico, que en exclusiva muestra El Comercio.
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En el afán de seguir creciendo, Legado empezó a escuchar los requerimientos que tenían tanto deportistas como autoridades deportivas. A un año de su creación -el pasado sábado 20 lo cumplió-, esta institución ya puede anunciar lo que será el Centro Especializado en Medicina Deportiva, que atendería alrededor de cinco mil deportistas por año.
“Tenemos las mejores sedes de la región y no solo la abrimos para nuestros deportistas, sino también los escuchamos. De estas sesiones con ellos atletas, una de las cosas que salió fue la parte de salud, de medica deportiva. No solo para recuperar, sino para mejorar el rendimiento”, nos dice Alberto Valenzuela, director ejecutivo del Proyecto Legado Lima 2019.
“Obras como esta son bien importantes para hacerle seguimiento de salud a nuestros deportistas y ver en qué estado se encuentran antes y después de sus entrenamientos y o competencias”, nos dice Stefano Peschiera, velerista que se encuentra en Europa entrenando con miras a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. “También serviría para poder hacer estudios de rendimiento y estudiar que suplementación y nutrición legal puede ayudar al rendimiento”, agrega y nos cuenta que en otros países existen este tipo de centros porque “Tienen una cultura deportiva más desarrollada”.
El trabajo
Es así que, gracias al convenio que se tiene con el gobierno británico se empezó a idear este Centro Biomédico, tomando como referencia el que tiene el Centro de Alto Rendimiento de Colorado Springs, sede del deporte olímpico en Estados Unidos. “No podemos pensar solo en construir grandes sedes si no cumplimos con el reto del alto rendimiento, de recuperar y mejorarlos en función a la medicina deportiva y biomecánica”, nos repite Alberto Valenzuela.
Para concretar la obra se pudo contar con las sugerencias de dos expertos que trabajaron en Colorado Springs para diseñar la obra. “Con los dos empezamos a mirar qué podíamos hacer y donde. La Videna tenía que ser el lugar para que esté dentro del circuito deportivo: entrenamiento, biomedicina y recuperación”, nos cuenta el director de Legado Lima 2019.
El Comercio pudo saber que este proyecto era un viejo anhelo de las autoridades deportivas del país. Incluso en el 2014, la directiva del IPD de ese momento lo consideró dentro del plan de sedes para Lima 2019, sin embargo, por cuestiones de tiempo no se llegó a concretar y se postergó su ejecución.
Pero, ¿Qué es un Centro Biomédico?
Hace cuatro años el doctor cubano Rafael Quiñones, según cita el Proyecto de Investigación “Centro de Medicina de Alto Rendimiento”, presentado en la Escuela de Postgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), llegó al Perú a trabajar en el Comité Olímpico Peruano entre el 2011 y 2014, ya daba cuenta de las limitaciones que había respecto a la medicina deportiva.
“La medicina deportiva en el Perú comparado con los demás países de la región está en una etapa inicial. El perfil profesional en el Perú es de dar solo atenciones a los lesionados y no realizan profilaxis y control médico del entrenamiento”, aseguró el galeno especializado en deporte.
Los servicios biomédicos, según cita la web del Instituto Peruano del Deporte, es “la asistencia biomédica al deportista que contribuye a la preservación de la salud en la práctica del deporte”. Es decir, el objetivo va más allá de la recuperación de lesiones, sino de trabajar en incrementar el nivel de los deportistas. En el IPD se ha trabajado en este sentido y se tiene un estudio al respecto que fue publicado en el libro “El Perú se Mide”.
“Siempre se ha vinculado la medicina con la recuperación, pero la otra parte es la medición del rendimiento físico y está vinculado al médico deportólogo”, nos dice Julio Grados, ex doctor de la selección peruana. Él recomienda que se implemente “desde exámenes cardiológicos, salas de bio-antropometría, de cinemática donde se ven los movimientos de los deportistas. Salas de rehabilitación. Departamento de nutrición, de psicología. Todo es la unión para poder mejorar el rendimiento del deportista”; complementa.
Por eso se realiza un trabajo multidisciplinario que nace en las evaluaciones precompetitivas -capacidad de rendimiento, orientación nutricional, programas de entrenamiento, entre otros- hasta el servicio médico en sí, pasando por el bienestar social del deportista.
“Este Centro sirve para mejorar la performance del rendimiento deportivo. Más que en tratar o prevenir lesiones”, nos repite el doctor Grados.
Si bien el IPD cuenta con este servicio en el Centro de Alto Rendimiento en el Estadio Nacional, hace falta desarrollar más este ámbito. Hace cuatro años, se presentó un proyecto de investigación en la Escuela de Posgrado de la USIL donde se da cuenta de la competencia directa entre los centros especializados en medicina deportiva, aunque la mayoría de ellos trabajan en el aspecto de recuperación. Menciona a Medisport, Cerfid, la Clínica Chacarilla, entre otras, todas privadas.
El proyecto
Ante esta necesidad, nace el Centro Biomédico de la Videna. La obra se encuentra en etapa de diseño, y se espera que en abril empiece ya la construcción -existe una parte avanza que se hizo en febrero del año pasado- para que sea presentado en setiembre.
Se trata de un edificio de cuatro pisos con un total de 6.900m2 que contará con Gimnasio, consultorios, laboratorios y salas de desempeño, además de cafetería y salas de usos múltiples (para reuniones y conferencias).
La obra está valorizada en 42 millones de soles, según propia información del Proyecto Legado. Lo que busca esta institución es que todas las sedes deportivas sean sostenibles desde el valor social. “Estamos terminando con un modelo de sostenibilidad. El mantenimiento de las sedes se sostiene en el impacto que genera”, nos dice Alberto Valenzuela.
Es decir, esperan que el Estado siga subvencionando sus proyectos porque los resultados se miden en que las personas que practican deportes se alejen de problemas de salud, drogas, delincuencia y cómo estas personas influyen en su entorno.
La obra está a cargo del Consorcio Saceem sucursal Perú, que ya trabajó en la Remodelación del Complejo Andrés Avelino Cáceres – VMT, en la Villa Deportiva Regional del Callao (Polideportivo, Coliseo Miguel Grau) y en la ampliación y remodelación del estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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