El estímulo inyectado por la Reserva Federal está ayudando a la recuperación de la economía de Estados Unidos, pero el banco central necesita ver señales más firmes de avances antes de sacar el pie del acelerador, dijo hoy el presidente de la FED, Ben Bernanke.
En un testimonio ante el Congreso donde no ofreció señales de que esté listo para disminuir la más reciente ronda de compras de bonos, Bernanke enfatizó los altos costos del desempleo y de una inflación que continúa a niveles por debajo de la meta del banco central.
La política monetaria está suministrando beneficios significativos [] también ha ayudado a compensar incipientes presiones deflacionarias y ha impedido que la inflación caiga aún más por debajo del objetivo a largo plazo [de la Fed] de un 2 por ciento, afirmó Bernanke ante la Comisión Económica Conjunta del Congreso de Estados Unidos, citando un fuerte gasto del consumidor en automóviles y casas, así como también el alza en la riqueza de los hogares.
POSIBLES CAMBIOS En respuesta a una pregunta, no obstante, el jefe de la Fed dijo que el banco central podría decidir desacelerar sus compras de US$85.000 millones que compra cada mes en bonos en alguno de sus próximos encuentros, si la recuperación económica se ve preparada para sostener su impulso.
Un ajuste prematuro de la política monetaria podría llevar las tasas de interés a subir temporalmente, pero además conllevaría el riesgo sustancial de desacelerar o detener la recuperación económica y causaría un retroceso adicional de la inflación, dijo Bernanke.
En ese sentido, el funcionario estadounidense dijo que en las próximas reuniones de la FED podrían dar un paso atrás en el ritmo de compra de bonos, siempre que haya señales de que la mejora económica será continúa y sostenida.