Gildemeister se vio afectada por la disminución de las ventas este año en el Perú. (Foto: Archivo)
Gildemeister se vio afectada por la disminución de las ventas este año en el Perú. (Foto: Archivo)

No hay duda de que tener un vehículo demanda preocupación por el costo de los combustibles, los repuestos, lavado y cualquier otra eventualidad.

De suma importancia es entonces conocer algunas recomendaciones para ahorrar combustible y obtener el máximo aprovechamiento y rendimiento del automóvil. El portal emol.com convocó a algunos expertos que les dieron las siguientes recomendaciones:

Neumáticos con adecuada presión de aire: Esto es importante, porque si disminuye la presión de las llantas, al vehículo le costará más rodar. Así, el motor gastará más combustible y la unidad demandará más energía para moverse. La presión ideal es recomendada por el fabricante o dependen también de los neumáticos con los que se cuenten, evitando así su desgasto.

Evitar sobrecargas innecesarias: No solo hay que fijarse en el tamaño y la tecnología del motor. La premisa es que a mayor peso, mayor será el gasto de gasolina para aceleraciones y velocidades similares. Por ejemplo, los especialistas señalan que el uso de portaequipaje en el techo podría incrementar hasta en 35% el consumo normal del vehículo.

Usar el combustible recomendado por el fabricante del vehículo: Esto ayudará a mantener el auto en buen funcionamiento.

Evitar trasladarse con poco combustible: Hay que evitar no tener menos de la mitad del tanque de combustible. Si hay poca gasolina, el vehículo funciona con menos eficiencia.

No acelerar en forma brusca: Es necesario minimizar las aceleraciones bruscas y mantener la velocidad requerida en forma pausada. Si se pisa fuerte el acelerador haciendo que la unidad adquiera alta velocidad en corto tiempo, se está demandando mayor energía. Los tramos cortos en donde es necesario detenerse varias veces son un problema en este sentido.

Usar marchas largas y continuas: Privilegiar rutas que permitan mantener una velocidad constante, evitando tener que hacer cambios de velocidad o de marcha muy frecuentemente, como suele ocurrir cuando hay tráfico. La primera velocidad es la que pone el vehículo en movimiento, por lo que consume más combustible.