El presidente de la Asociación de Exportadores (ÁDEX), Eduardo Amorrortu, expresó nuevamente su preocupación por la caída que las exportaciones no tradicionales vienen experimentando durante ocho meses consecutivos debido a la crisis internacional en nuestros principales mercados, que se suma a los sobrecostos logísticos, las trabas burocráticas, la discrecionalidad de los funcionarios y la inestabilidad del tipo de cambio.

Todo indica que en agosto las exportaciones no tradicionales caerían respecto al mismo mes del año anterior, evidenciando que se encuentran en su peor momento y sin señales de haber tocado piso, pronosticó.

Señaló que las empresas más perjudicadas son los pequeños y medianos exportadores, que no tienen las herramientas para resistir el difícil panorama. Así, detalló que de las 5.188 pymes que exportaron entre enero y julio del 2012, solo 3.011 se mantienen en el mercado, lo que significa que 2.177 dejaron de hacerlo. Esa cifra representa el 42% del total, expresó.

Respecto a los sectores más afectados, ÁDEX explicó que en el subsector metal mecánico el índice de mortalidad fue de 59%, en el textil se registró un 55%, en el maderero desaparecieron el 49% de las pymes, en el sidero-metalúrgico la mortalidad fue de 48%, algo por encima del 45% en el sector químico y el 44% en las confecciones.

La situación es difícil, se está poniendo en riesgo la sobrevivencia de las empresas, sobretodo de las pymes y muchos de los puestos de trabajo que generan. Es urgente que el gobierno ejecute realmente las acciones necesarias para evitarlo. Cada empresa que sale del mercado representa una pérdida de capacidad exportadora que no se podrá recuperar en el corto plazo, dijo.

SITUACIÓN INSUAL Indicó también que se observa un escenario inusual y es que en el periodo enero-julio de este año fueron más los pequeños exportadores que abandonaron la actividad exportadora (2.348) que las que ingresaron (2.192), una situación que no se dio siquiera durante la crisis del 2009.

Estos resultados revelan que no tenemos la fortaleza interna para enfrentar la crisis actual que tuvimos hace cuatro años. Precisamente, esta suma de crisis en el mercado internacional y condiciones en el entorno interno () configuran esta tormenta perfecta que está dejando su huella en el sector exportador, indicó.