Según las proyecciones de exportación en el sector confecciones, los empresarios admiten que este año no se superará lo vendido el año pasado: US$1.600 millones como se esperaba y que incluso esta cifra podría ser menor.

“Difícilmente lograremos revertir la caída registrada hasta el momento. Lo principal del año ya se vendió”, dijo José Ignacio Llosa, gerente general de Creditex y presidente del Comité de Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias.

Pedro Gamio, presidente del Comité de Confecciones de ÁDEX, y Fernando Ortiz de Zevallos, director de Industrias Nettalco, coinciden en que el año pasado fue malo. Aunque las cifras del 2013 podrían ser similares o estar por debajo, confían en que haya una recuperación en el último trimestre y eso sea una buena señal para el comienzo del 2014.

Llosa cree que se dará un crecimiento más transparente al no existir el efecto distorsionador de la venta a Venezuela (que generó un crecimiento artificial del sector en el 2012).

Luis Torres, director de Exportaciones de Prom-Perú, afirma que el mercado de Estados Unidos ha comenzado a dar señales de recuperación, a través de órdenes de compra. Aunque no se superen los US$1.600 millones de exportación del 2012, lo importante es que el sector se está animando más por mercados dinámicos como México y Brasil, países con alto ingreso per cápita, muchos consumidores y arancel cero para el ingreso de productos peruanos.

Torres resaltó que se estén diversificando las ventas más allá de T-shirts, pues ya se ofertan más prendas para mujer y ropa para niños. “Hay que ver las cifras mes a mes. Estamos viviendo una temporada de crisis como en el 2009, pero lo que importa aquí es tener una mirada a largo plazo”, dijo.

CALIDAD Y PRECIO Durante el Foro Textil y Confecciones, que organizó Cómex Perú, Fernando Ortiz de Zevallos remarcó que en la exportación no tradicional las prendas de vestir son el producto que más ha crecido en precio por kilo entre los años 2000 y 2012. Esto demuestra, dice Luis Torres, que las confecciones peruanas van dirigidas a un segmento de alta calidad y que esa calidad se paga.

Sin embargo, entre las dificultades permanentes para el sector, Ortiz de Zevallos mencionó el insuficiente abastecimiento de algodón local y dijo que la investigación de Indecopi para otorgar medidas compensatorias contra el algodón importado de Estados Unidos puede afectar a toda la cadena productiva.

Ortiz de Zevallos calcula que se deberán pagar US$14 millones cada año si prosperan estas medidas. “Y este dinero no va a compensar a los productores peruanos de algodón sino que va ir directo a las arcas de Indecopi”, sostuvo.

Además, señaló que hoy en el sector de confecciones existe el riesgo de que los compradores migren al proveedor de otro país muy fácilmente. Por ejemplo, Pakistán, Bangladesh, Nicaragua, India y Vietnam tienen una moneda muy devaluada frente al dólar – caso contrario al Perú– lo cual atrae más a los compradores.