El cierre del primer día de CADE Ejecutivos reunió al ministro de Economía, Waldo Mendoza, y al presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, quienes coincidieron en un hecho concreto: la economía peruana está en recuperación y sería una de las más veloces de la región.
Velarde proyectó que la economía peruana caería entre 2,9% y 3,1% en noviembre, en línea con el 3% de reducción esperado por el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco). Así, según el titular de la autoridad monetaria, si el nivel alcanzado por la economía en noviembre se mantuviera constante por todo el resto del 2021, la producción nacional crecería en un 11% al término del año.
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Sin embargo, dicho escenario también implica riesgos y el más importante es la pandemia del COVID-19. “En las últimas semanas hemos observado un recrudecimiento de la pandemia. El factor de contagio [reproducción] está por encima de 1”, sostuvo el ministro Mendoza.
El titular del MEF también advierte que en dicho escenario las medidas a tomar serán “quirúrgicas y finas”. “Ese dilema que nos llevó a cerrar la economía entre abril y mayo posiblemente no tendría que repetirse porque ahora conocemos cómo actuar en este escenario”, acotó.
A su turno, Julio Velarde, presidente del BCR, explicó que las perspectivas sobre el crecimiento en el 2021 se mantienen sólidas incluso ante cualquier contingencia. “La base de la que partimos ya está tomando en cuenta una recuperación rápida. Incluso en el escenario en que no nos recuperemos plenamente habría todavía un crecimiento bastante importante”, aseveró.
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El populismo
El segundo riesgo que advierte Velarde es que prosperen medidas con un sesgo populista y que afecten los motores de crecimiento. Concretamente, se refirió a las recientes decisiones tomadas por el Legislativo en torno a la ley agraria.
“Es cierto que es una barbaridad que el Congreso esté fijando un jornal. El sector agroexportador ha estado generando 9% del crecimiento del empleo entre el 2011 y el 2019. Podría y creo que puede seguir siendo un motor importante en general para el crecimiento de mediano y largo plazo”, afirmó.
Waldo Mendoza lo secundó señalando medidas como la asignación de 6% del PBI al sector Educación y otro 6% al sector Salud, medidas que nacen del Congreso. “A este paso, nos repartiremos el 100% del PBI. Hay que tener cuidado”, afirmó.
Frente a ello, el ministro ratificó la posición del Ejecutivo de llevar ante el Tribunal Constitucional toda ley que atente contra la consolidación fiscal.
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Inversión y el ahorro
Pese a todo lo descrito, ambos líderes y responsables de la política macroeconómica del país coincidieron en que existen variables que favorecen al crecimiento.
Mendoza señaló el impulso de la inversión pública, que proyecta crecer un 22% en el 2021. “La inversión pública este año no tiene excusas para no crecer. Existen los recursos”, acotó. Por el lado privado, la proyección es que la inversión crezca un 17%, luego de una caída de 19% en el 2020.
En tanto, Velarde, apuntó a un hecho importante: la situación actual del ahorro privado en el país, el más alto de los últimos 30 años. El BCR apunta a herramientas para dirigir ese ahorro y convertirlo en gasto; generando así un nuevo motor para la economía. “Hemos sacado swaps para reducir las tasas de interés de créditos hipotecarios que han bajado, pero no tanto como lo observado con la tasa de interés del Banco Central”, explicó.
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Es en esa misma línea que el BCR ha invitado al sector privado a pensar cómo activar el consumo. “Existen otros gastos que deben activarse, pero ello saldrá de la iniciativa del empresario que busque cómo canalizar esta histórica capacidad de gasto”, aseveró.
Todo ello permitiría la recuperación del PBI, pero no de otros indicadores como el empleo. “El empleo formal no se recuperaría hasta fines de este año o inicios del siguiente. La pobreza es posible que no regrese a sus niveles del 2019 hasta el 2022 o tal vez el 2023. Es decir, a pesar de que hay una recuperación del PBI, hay mucho por hacer”, finalizó.