El 64% de las empresas familiares a nivel mundial espera registrar un crecimiento durante 2021 en medio de la actual pandemia por el COVID-19; mientras que para el 2022 el optimismo es mayor pues la cifra sube al 86%, según el estudio Family Business Survey 2021 que elabora PwC.
Según los resultados del estudio, las empresas familiares han enfrentado bien a la pandemia. Menos de la mitad (46%) espera que las ventas caigan, a pesar de la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus. Los encuestados se sintieron optimistas acerca de la capacidad de su empresa para resistir y seguir creciendo en los próximos años.
Las empresas familiares tienen una probada capacidad de adaptación, mediante un enfoque centrado en las personas. Este optimismo no es sesgado, pues está basado en planeamiento y gestión de riesgos. El 82% de empresas está priorizando diversificarse o expandirse a nuevos mercados o productos en los próximos dos años.
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Por otro lado, el 55% de encuestados vio el potencial en su negocio para liderar en acciones de sostenibilidad, pero solo el 37% han definido una estrategia al respecto. En un año donde los negocios han tenido que transformarse para cumplir con las nuevas necesidades de la sociedad y el medio ambiente, las empresas familiares corren el riesgo de quedarse atrás.
“Qué duda cabe en torno a que el 2020 fue un año sin precedentes a consecuencia de la pandemia del COVID-19. Tanto en el plano económico-empresarial como en el laboral las cifras han ido a la baja. El PIB de la mayoría de los países ha decrecido, las rentabilidades de las empresas se han reducido, si es que no desaparecido, al igual que los puestos de trabajo, en este último caso aumentando el desempleo. Bajo este panorama, las empresas familiares, sobre todo las medianas y pequeñas que son las más, han hecho relucir el sentido de pertenencia como valor, haciendo denodados esfuerzos por postergar cualquier desvinculación laboral, transitando así, algunas más conscientes que otras, las sendas de la sostenibilidad”, sostiene Miguel Puga, socio de Precios de Transferencia y líder de Empresas familiares de PwC Perú.
Transformación digital
A pesar de que el 80% de las empresas familiares se adaptaron a los desafíos de la pandemia del COVID-19, al permitir que los empleados trabajen desde casa, también existen preocupaciones sobre su fortaleza general en lo que respecta a la transformación digital.
El 62% de los encuestados describió sus capacidades digitales como “no sólidas” y 19% como un “trabajo en progreso”. Sin embargo, hay claras diferencias generacionales: el 41% de las empresas que se describen a sí mismas como fuertes digitalmente son de tercera o cuarta generación, y las siguientes generaciones (’next gens’) han asumido un papel más importante en el 46% de las empresas digitalmente sólidas.
Las empresas europeas y americanas están detrás de sus pares asiáticos en su compromiso de priorizar la sostenibilidad en la estrategia. El 79% de los encuestados en China y el 78% en Japón informaron poner la sostenibilidad en el centro de todo lo que hacen, en comparación con el 23% de los EE. UU. y 39% en el Reino Unido. Las empresas más grandes y las que pertenecen a generaciones posteriores también se oponen a la tendencia con un mayor enfoque en la sostenibilidad.
Este rechazo a adoptar la sostenibilidad se produce a pesar del hecho de que es muy probable que las empresas familiares cumplan una responsabilidad hacia la sociedad. Más del 80% participa en actividades proactivas de responsabilidad social y el 71% buscó retener a la mayor cantidad de personal posible durante la pandemia. Tampoco es una función del pesimismo económico: menos de la mitad (46%) espera que las ventas caigan a pesar de la pandemia y los encuestados se sintieron optimistas acerca de la capacidad de su negocio para resistir y seguir creciendo en 2021 y 2022.
En cambio, el problema es una concepción cada vez más anticuada de cómo las empresas deben responder a la sociedad, con un 76% en los Estados Unidos y un 60% en el Reino Unido poniendo mayor énfasis en su contribución directa, a menudo a través de iniciativas filantrópicas, en lugar de un enfoque estratégico en materia de ESG. Las empresas familiares también están algo aisladas de la presión de los inversores que actualmente está presionando a las empresas públicas para que pongan los factores ESG en el centro de sus planes a largo plazo para el éxito comercial.