Se inaugura en la plaza San Pedro el Nacimiento procedente del Perú. Específicamente, un nacimiento inspirado en la comunidad de Chopcca, ubicada en el corazón de los Andes peruanos. Chopcca pertenece a Huancavelica (3 670 msnm), región predominantemente agrícola y de una basta y rica cultura, identidad, memoria, paisaje y biodiversidad. Junto ello, registra una tasa de pobreza del 84% y de pobreza extrema del 59%, según el Instituto Nacional de Estadísticas. Además, esta región presenta la tasa de desnutrición rural más alta en niños y niñas menores de 5 años: 53%. Pobreza y desnutrición se unen para mostrarnos una situación seguramente más golpeada a causa de la pandemia. Sin embargo, Chopcca es un pueblo que desde esta realidad contrastante se esfuerza en salir adelante cada día y dialoga hoy con el mundo.
Lee también: Conoce el tradicional nacimiento peruano que adorna el Vaticano | FOTOS
Desde allí y con ellos y ellas, Dios hecho hombre quiere dar esperanza y sentido a la vida. El nacimiento de Jesús es radicalmente esperanzador y lo hace en esta cultura. Como lo recordó el Papa Francisco en su visita al Perú: “La cultura de nuestros pueblos es un signo de vida (…) Cada cultura y cada cosmovisión que recibe el Evangelio enriquece a la Iglesia con la visión de una nueva faceta del rostro de Cristo” (19/01/18). Y es el Perú quien celebra este año su 200 aniversario de independencia. 200 años de historia y fe, que se entrelazan en un diálogo con las raíces más profundas de los pueblos de la costa, sierra y selva, y que muestra, con errores y aciertos, la llegada de un credo que ha alimentado la vida de toda la nación.
Todo ello se representa en este hermoso Nacimiento que consta de 35 piezas, hecho por las manos de 5 artesanos peruanos, liderados por el maestro Manuel Breña. Las figuras portan con elegancia y sencillez vestimentas coloridas con detalles andinos. El niño envuelto en un chumpi, tela muy representativa de la región; el ángel toca el pincullo, instrumento típico de las comunidades andinas. Este Misterio está complementado con animales de la sierra peruana: llamas, alpacas, vicuñas, ovejas y el imponente cóndor. La diversidad representa también la rica variedad textil y gastronómica con más de 300 variedades de papa nativas. Adicionalmente, la inauguración del Nacimiento de Chopcca está acompañado del hermoso coro de niños huancavelicanos que canta en quechua, una de las lenguas madres del Perú. Un canto que viene de las alturas andinas capaz de llegar a las alturas de la sencillez y cercanía divinas. Voces armonizadas con la compañía de quenas, arpas y zampoñas, vientos y cuerdas andinas. Así canta la inocencia que nos llama al compromiso.
Del corazón de los andes surge este regalo, en un momento de sinodalidad eclesial que pone a América Latina también en esta dinámica desde la realización de la reciente Asamblea Eclesial en México. Es momento de escuchar más voces. Desde nuestra fe sabemos que la Palabra transforma la vida y el mundo. Quien predica la Palabra debe ser experto en diálogo. Todas las voces y todos los pueblos pueden encontrar esperanza en este Niño, que hace de la voz de los frágiles, el camino de la fuerza de la fe. Así lo recuerda el Papa Francisco en Laudato Sì: “Es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios” (n 146).
Historia, fe y sinodalidad, los regalos que portan los “señores del Ande” en esta navidad especial. El príncipe de la paz nos invita a caminar juntos por los caminos artesanales del encuentro, porque “confiarse al otro es algo artesanal, la paz es artesanal” (Evangelii Gaudium, 244).
La plaza de San Pedro hospeda esta obra de arte ofrecida a los ciudadanos de Roma y a los visitantes del mundo entero. Una obra de arte, un signo que nos permite transcender hasta llegar a un contacto con el Misterio. Un Dios vivo, cercano e inculturado, hecho uno de nosotros para que todos seamos uno en él, en fraternidad universal. Desde este lado del mundo, es Dios quien se acerca a los más pobres de los pobres, y mostrarnos así el camino inevitable del amor, cuyo fruto es la conversión del corazón y la generación de cambios estructurales reales capaces de superar todo sufrimiento humano. Por ello, también Jesús nace en los Andes.
Video relacionado
También puede interesarle
- Sacerdote Juan Bytton: “La pandemia nos obliga a volver a lo esencial: la vida digna para todos”
- Con emotiva ceremonia se inauguró el nacimiento huancavelicano en el Vaticano [VIDEO]
- El papa Francisco cumple 85 años: los hitos de su pontificado de casi una década
- El papa pide la renovación de la Iglesia y la sociedad en América Latina