Luego de que EE.UU. publicara una ley que pronto obligará a sus grandes cadenas de comida rápida a publicar las calorías de sus platillos, muchos de estos negocios han optado por adelantarse y ya empiezan a reducir el aporte calórico de sus productos.
Múltiples empresas vienen reelaborando sus recetas, utilizando diversas técnicas para disminuir la cantidad de calorías que aportan. Por ejemplo, algunos optan por cambiar la crema de leche por la leche entera o agregan menos aceite. Otros optan por echar menos salsa o reducir sus porciones, según informa el portal del diario The Wall Street Journal.
La empresa The Cheesecake Factory, con 163 sucursales, reducirá la cantidad de calorías de dos de sus pastas (de 2980 a 2440 y de 2810 a 1290 en un platillo para niños) reduciendo la cantidad de salsa. La empresa tomó esta decisión luego de que uno de sus platillos se ganara el puesto del más calórico.
Para reducir las calorías, los restaurantes están reduciendo cantidad de masa que utilizan para los panes utilizados para sándwiches o usan menos queso, entre otros trucos, afirma Betsy Craig, directora ejecutivo de MenuTrinfo, una empresa encargada de calcular la información nutricional de los restaurantes y asesorarlos sobre las recetas.
Cabe recordar que el aporte calórico es solo uno de los indicadores que miden qué tan saludable es un alimento. Así que un platillo con pocas calorías no necesariamente engorda menos ni es bueno para la salud.