Hoy el mate, la infusión preferida de argentinos y uruguayos, no solo se toma en Siria, se ha convertido en nada más y nada menos que en un trofeo de guerra en aquel país, según cuenta un periodista en el diario La Nación de Argentina.

A mediados del siglo XX, cuando la economía del país del tango decayó, muchos hijos y nietos de inmigrantes sirios retornaron al lugar de sus ancestros, llevándose con ellos el mate.

En un comienzo, el mate se hizo popular entre las clases acomodadas del país del Medio Oriente. Asimismo, se convirtió en una forma de marcar diferencias con los sectores que no podían pagar el costo de este producto, según relata el periodista Témoris Grecko.

Cuando la minoría alauita se hizo del poder en 1970, adoptó algunos de los hábitos de los ricos, entre ellos, el tomar mate en sus reuniones, el cual se posicionó junto a las bebidas tradicionales del lugar. Ahora, este es más que eso: una bebida esencial para los combatientes opositores.

Cuando conquistamos posiciones del ejército, además de armas y equipo, capturamos las provisiones de yerba de la oficialidad alauita, cuenta Mahmoud, un combatiente de 25 años que integra las filas del Ejército Libre Sirio (ELS), según relata Grecko.