Una dosis de azúcar proporcionada en forma de gel que se frota en el interior de la mejilla es una forma barata y eficaz de proteger a los bebés prematuros contra daños cerebrales, según expertos.
Los niveles bajos de azúcar en la sangre afectan a aproximadamente a uno de cada 10 bebés que nacen antes de tiempo. Si no se trata, puede causar daño permanente.
Investigadores de Nueva Zelanda probaron la terapia en 242 niños bajo su cuidado y, basados en los resultados, dicen que debería ser un tratamiento de primera línea.
Su trabajo se publicó en la revista The Lancet.