Es así de sencillo: si no comemos bien, nuestro organismo no puede funcionar correctamente. Los nutrientes que obtenemos de los alimentos permiten a nuestro cuerpo crecer y fortalecerse, sanarse, reproducirse, combatir enfermedades e infecciones, evitar problemas relacionados con el peso corporal, y reducir el riesgo de sufrir incontables condiciones perjudiciales para la salud.
El secreto está en el correcto balance de las diferentes clases de alimentos. Si tomamos la parte de cada uno que nuestro cuerpo requiere, cuidaremos nuestra salud, nuestro aspecto y, con ello, nuestra calidad de vida.
LOS CINCO GRUPOS DE ALIMENTOS
Según un informe publicado en BBC Mundo, estas son las categorías de alimentos que debe recibir nuestro cuerpo, así como las razones para consumirlos y las cantidades que se requieren para que todo marche de maravillas:
Frutas y vegetales. Se incluyen en este grupo frutas y vegetales frescos, congelados, secos, en la lata y en jugo. Proporcionan vitaminas, minerales y fibras y debemos consumir cinco porciones al día.
Carbohidratos. Aquí están alimentos como el pan, arroz, pasta y papa. Estos aportan energía, fibras, y minerales y vitaminas. Por ello, deben significar en nuestro menú un tercio de todo lo que comemos.
Carnes, pescado, huevos y granos. Se consideran en este grupo carne de res, pollo, cerdo u otras variedades frescas, pescado fresco y en conserva, huevos, frutos secos y legumbres. Nos proveen de proteínas, vitaminas y minerales, y debemos ingerir de dos a tres porciones diarias. Una porción equivale a un huevo o un pedazo de carne o pescado del tamaño de un mazo de cartas.
Leche y productos lácteos. Incluyen alimentos como la leche, queso y yogur, que son buenas fuentes de proteínas y calcio. Para aprovechar estos nutrientes, se deben incluir en la dieta dos o tres porciones (una porción es un vasito de yogur o un vaso de leche).
Grasas y azúcares. Aquí están las comidas como tortas, galletas y gaseosas, que nos brindan energía. Sin embargo, no debemos abusar de ellos y solo consumir una porción diaria, lo que equivale a dos galletas o una barra pequeña de chocolate.
Para finalizar, no olvides complementar tus comidas sólidas con dos litros diarios de agua: esta es la receta completa del éxito.