El Centro Histórico de Lima volvió a convertirse en escenario de enfrentamientos y actos vandálicos ayer durante las manifestaciones contra el Congreso y el gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Aunque por la mañana las protestas se desarrollaban pacíficamente, por la tarde y la noche algunos vándalos agredieron a la policía y ocasionaron destrozos en la vía pública.
Debido al numeroso contingente policial distribuido en las calles del centro de la ciudad, los asistentes a las movilizaciones se distribuyeron en varios grupos. El cruce de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola, frente al Parque Universitario, fue uno de los principales puntos de confrontación.
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Además de efectivos, en esta zona fueron colocados dos rochabuses –vehículos conocidos también como ‘pinochitos’– para disuadir a los manifestantes. Ahí, cuando los manifestantes intentaban avanzar por la Av. Abancay, un grupo de inadaptados atacó a las fuerzas del orden con palos, botellas y trozos de concreto y adoquines que arrancaron de pistas y veredas. Algunos incluso lanzaron piedras con hondas.
Aunque la policía logró que retrocediesen utilizando gas lacrimógeno, un agente resultó herido en la pierna por el impacto de un objeto contundente.
En los jirones Lampa, Cusco y Azángaro también hubo enfrentamientos. Algunos civiles fueron auxiliados por paramédicos debido a que fueron afectados por el gas lacrimógeno. Otros sufrieron heridas durante la confrontación. Por otro lado, un equipo periodístico de América TV y Canal N conformado por cinco personas que se transportaba en una camioneta fue atacado a pedradas por delincuentes.
Por la noche, un incendio de gran magnitud se desató en una vivienda antigua en el cruce de los jirones Contumazá y Lino Cornejo, a pocos metros de la plaza San Martín, la cual estuvo cercada por un cordón policial. Sin embargo, algunos manifestantes permanecían en la zona.
Según los bomberos, la mayor parte de los ambientes interiores del edificio fue consumido por el fuego. Al cierre de esta edición, los bomberos intentaban contener el fuego y se desconocían las razones del accidente.
En tanto, otros ciudadanos se dirigieron al parque Kennedy, en Miraflores, donde también se realizó una concentración. Estos recorrieron calles de Jesús María, Lince y San Isidro. En estos distritos no hubo enfrentamientos ni actos vandálicos.
En el parque Kennedy se congregaron dos grupos: uno contra el Congreso y la administración de Boluarte, y el otro que respaldaba la labor de la policía. Al cierre de esta edición, la protesta en ese lugar proseguía sin actos de violencia ni enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Mientras tanto, en las calles del Centro de Lima continuaban los enfrentamientos. Incluso algunos vándalos prendieron fuego a bolsas de basura y otros materiales.
Balance y respaldo
Después de las 9 p.m., la presidenta Dina Boluarte y algunos integrantes de su Gabinete, entre ellos el primer ministro Alberto Otárola, ofrecieron una conferencia de prensa en la que respaldaron el trabajo de la policía durante la jornada. “Los actos de violencia no quedarán impunes. El Gobierno actuará, dentro del marco de la Constitución y las leyes, de manera estricta y firme”, expresó la jefa del Estado.
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Añadió que “no es una mera casualidad” que durante el día se haya intentado tomar tres aeropuertos en diferentes provincias del país. Estas acciones –consideró– fueron preparadas “con premeditación, con suma anticipación”. A su juicio, en las protestas “no hay ninguna agenda social que el país necesita” y están al margen de la ley. “Ustedes quieren quebrar el Estado de derecho, quieren generar caos y desorden y dentro de ese caos y desorden, tomar el poder”.
En tanto, el titular del Interior, Vicente Romero, negó que el incendio del jirón Contumazá se hubiese generado por un “artefacto lacrimógeno que utiliza la policía”. También informó que en las manifestaciones se han registrado imágenes para la identificación facial de las personas que cometieron actos vandálicos y agredieron a la policía.
Según el Ministerio del Interior, ayer se registró una muerte, la del ciudadano Juan Carlos Condori Arcana, en Arequipa. Asimismo, 22 policías y 16 civiles resultaron heridos en el país. No obstante, en el último informe de la Defensoría del Pueblo se mencionan dos muertes: una en Arequipa y otra en Puno.
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A su turno, el ministro del Interior, Jorge Chávez Cresta, aseveró que se recibió información acerca de que “se podría atentar contra los activos críticos, como al aeropuerto internacional Jorge Chávez, la estación de servicio de Sedapal, las estaciones que garantizan el servicio de energía eléctrica”.
Según Chávez Cresta, “un grupo violentista se iba a dirigir hacia las antenas del Morro Solar para impedir la transmisión de comunicaciones hacia los medios de información, atentando contra la libertad de información”.
Desorden y temor
La mayoría de comercios del Centro de Lima cerró sus puertas por la tarde como medida de prevención. El centro comercial Polvos Azules tampoco abrió.
Además, las operaciones del Metropolitano también fueron restringidas debido al caos en el Centro de Lima. Por unas horas durante la tarde, las estaciones Colmena, Jirón de la Unión, Tacna y Castilla fueron cerradas por seguridad. Por la noche,la ATU anunció el cierre de los accesos a la estación Central y evacuó a los usuarios.
El acceso al Campo de Marte fue restringido y se impidió la concentración de personas en la Avenida de la Peruanidad, en Jesús María.
La Municipalidad de San Isidro anunció que se reforzaría la seguridad en el bosque El Olivar, porque “estaría siendo contemplado como un eventual campamento para los protestantes de estas marchas”.
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