Copera Infancia, comunidad peruana de aprendizaje enfocada en la primera infancia, hizo un llamado a las autoridades electas y candidatos presidenciales para atender a la niñez. En un comunicado emitido en el marco del reciente lanzamiento de los ocho Objetivos de Desarrollo de la Niñez Peruana (ODN), indicó que está proponiendo acciones para los primeros 100 días del futuro Gobierno, el cual iniciará funciones el próximo 28 de julio, en favor de la infancia peruana.
Según la organización, el contexto de emergencia sanitaria, así como las secuelas que está dejando a su paso, han impactado negativamente en todos los aspectos de desarrollo de las niñas y niños del país, convirtiéndola en la población más afectada por la pandemia.
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“Estamos proponiendo una serie de acciones prioritarias para los primeros 100 días del gobierno 2021-2026, en favor de la infancia peruana. Desde Copera Infancia, ya hemos enviado este documento oficial a los partidos Fuerza Popular y Perú Libre. Y si bien, aún no hemos recibido respuesta, confiamos en que los candidatos se comprometerán con nuestra niñez, por el bien del país”, dijo Rommy Ríos, presidenta de Copera Infancia.
De acuerdo con la organización, los principales problemas de la infancia en la actualidad son el incremento de la muerte materna, el estancamiento en la reducción de la desnutrición crónica infantil (12,1%) y la anemia en menores de tres años (40%), la crisis en el cuidado infantil, el aumento de la inestabilidad emocional de los cuidadores y la desatención de los niños con algún tipo de discapacidad.
Así lo confirma el estudio “Evaluación Continua del Impacto del COVID-19 en el desarrollo de niñas y niños menores de 6 años (ECIC)”, elaborado por Fundación Baltazar y Nicolás y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
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Entre los resultados más alarmantes destaca que 7 de cada 10 niños han perdido algún control de salud y/o vacuna desde el inicio de la pandemia; que un 35% de niños se ha mostrado quejoso o demandante en muchas ocasiones; que el 58% de los cuidadores están muy preocupados porque su niño/a no continúa su educación; que un 52% de padres siente que es difícil el cuidado del niño/a por estar trabajando o estudiando en casa; y que 3 de cada 10 cuidadores tiene uno o dos indicadores de depresión.
De acuerdo con Ríos, los esfuerzos del sector público deben tener como objetivo el desarrollo integral de los niños, pues invertir en la infancia es la estrategia ideal para reducir las brechas y desigualdades entre ciudadanos.