Este 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, y el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña informó que ofrece una atención especializada a menores de edad con esta condición.
Lilian Martínez Álvarez, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del INSN de Breña, explicó que la atención a esta población se da a través del Programa de Síndrome de Down, el cual incluye tratamiento en Genética, Cardiología, Endocrinología, Oftalmología, y otras especialidades.
Este programa, según explicó, busca lograr que el menor de edad con Síndrome de Down logre su rehabilitación y el desarrollo de estudios, ya sea en un programa de educación básica regular o en un centro especial.
“Es un trabajo muy dedicado y de manera integral. Esto es fundamental para que los pequeños puedan insertarse en el colegio y, una vez allí, su desarrollo no solo será intelectual sino también social”, comentó la doctora.
La especialista indicó que, al mes, prestan el servicio a un promedio de 30 pacientes con Síndrome de Down. En el 2023 se atendieron a 219 niños a través de consultas, mientras 800 fueron con terapias.
El mayor grupo de niños con Síndrome de Down atendidos en Medicina Física y Rehabilitación del INSN son los menores de 1 año derivados por las áreas de Genética y Cardiología. Se trata de 41 pequeños (22 niñas y 19 niños).
El segundo grupo lo conforman 26 niños de 2 años y 41 de 3 años de edad. Luego, aparece la población de 7 años que recibe terapias. La mayoría de ellos proviene de Lima, Cerro de Pasco, Piura, entre otros.
Tratamiento
La jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del INSN indicó que el menor debe pasar primero por una evaluación del médico especialista en rehabilitación, quien determina la condición del paciente y elabora un programa terapéutico.
Cuando es menor de 1 año, los pacientes reciben terapia física para mejorar el tono muscular y el logro de hitos del desarrollo correspondiente a la edad del paciente. Luego, el niño o niña llevará una terapia ocupacional para trabajar la estimulación de todas las áreas sensoriales.
Luego, al lograr la marcha independiente, como por ejemplo a los 7 años, pasa a su tratamiento con especialistas del área de lenguaje y aprendizaje.
“Analizando los datos hay un alza en las cifras de pacientes a los 7 años porque se asocia a la escolaridad. De repente ya no necesitan terapia física u ocupacional sino aprendizaje y lenguaje. En el INSN contamos con una profesora especializada que los ayuda a leer y escribir o sumar y restar”, remarcó.
La importancia de las terapias
La doctora Lilian Martínez recomendó a los padres de familia que el menor con síndrome de Down pase por una evaluación. Aclaró que al INSN de Breña llegan casos más complejos debido a que el hospital es de nivel III.
“Al ser un niño con esta condición tiene riesgos a tener problemas cardiacos y otras dificultades como endocrinológicas u otras que podrían provocar el retraso en su desarrollo. Por eso, los niños con síndrome de Down no tienen el mismo ritmo de desarrollo que los que no tienen ningún tipo de alteración”, afirmó.
“Un niño típico puede caminar a los doce meses o al año y tres meses. Mientras que un niño con síndrome de Down puede estar caminando al año y medio o a los dos o tres años. Si nosotros podemos captar a ese niño va a poder lograr sus objetivos en comparación de un menor que no tiene terapias. Mientras más temprano intervengamos al pequeño, él va a poder conseguir los hitos del desarrollo más parecido a lo típico. Entonces, va a tener menos discapacidad y va a poder lograr los objetivos de acuerdo con su edad y su patología”, agregó.