Masiva, pacífica y por momentos desordenada. La marcha contra el gobierno de Dina Boluarte y el Congreso convocó ayer a aproximadamente 21 mil personas, según reconoció el propio Ministerio del Interior, en el Centro de Lima.
Sin un solo colectivo organizador ni una ruta específica, la movilización que reunió a ciudadanos con distintas motivaciones -desde la renuncia de Boluarte, la instalación de una asamblea constituyente, hasta la liberación de Pedro Castillo- no tuvo un solo bloque de desplazamiento, sino que divergió por distintas calles y avenidas.
El punto de encuentro sí era el mismo: Plaza Dos de Mayo. Desde este lugar empezaron a partir colectivos ciudadanos, estudiantiles y gremiales. Aunque la marcha fue convocada desde las 4 de la tarde, algunos manifestantes empezaron a llegar al centro de Lima desde antes de las 10 de la mañana.
La primera delegación estuvo conformada por un grupo de alrededor 150 personas que intentó ingresar a Plaza San Martín, zona que durante toda la jornada estuvo cercada por un cordón de policías. Por primera vez, desde que iniciaron las protestas contra el gobierno en diciembre pasado, nadie pudo ingresar al histórico lugar.
Tras algunos gritos de por medio, los manifestantes solo pudieron quedarse en Jirón de la Unión, donde poco a poco llegarían pequeños grupos de manifestantes. Para el medio día, en la Plaza Dos de Mayo, los colectivos Frente por la Libertad y Democracia de la región La Libertad, una delegación de Manchay y otra del Callao alistaban pancartas mientras intentaban resguardarse como podían del intenso calor que ayer, en pleno invierno, llegó a 23°C.
Empieza la marcha
Para las 3:30 de la tarde habían dos puntos claros de concentración. Mientras plaza Dos de Mayo se llenaba de manifestantes, en plaza San Martín, a un kilómetro de distancia, distintos grupos colmaban jirón de la Unión, jirón Ocoña y Nicolás de Piérola.
Desde ambos puntos empezó la movilización: de Dos de Mayo la marcha se bifurcaba en dos rutas distintas (una hacia avenida Alfonso Ugarte con dirección a Plaza Bolognesi y otra hacia Plaza San Martín) y desde Plaza San Martín, a su vez, otros colectivos partían a Dos de Mayo. Por momentos, la falta de un solo organizador se hizo evidente porque los nuevos participantes a la marcha que llegaban no sabían a cuál ruta sumarse.
Para las 4 de la tarde, el tránsito vehicular tuvo que ser restringido y las estaciones del Metropolitano cerradas debido a que la multitud aumentaba. La vía con mayor cantidad de manifestantes fue la avenida Alfonso Ugarte, que une Plaza Dos de Mayo con Plaza Bolognesi. Las diez cuadras que separan ambos lugares se llenó, en el sentido de norte a sur, de colectivos de trabajadores, estudiantes e independientes. Desde ahí, la marcha siguió por Paseo Colón y avenida Grau.
Aquí nuevamente la marcha se bifurcó. Mientras una parte seguía la ruta hacia la avenida Abancay, otros manifestantes ingresaron por Paseo de los Héroes Navales para realizar un plantón frente a Palacio de Justicia, que también se encontraba rodeado de policías. Todo el trayecto se realizó de forma pacífica.
En todo momento, la policía acompañó a los manifestantes y permitió que el recorrido continuara por la avenida Miguel Grau y que la marcha ingrese a la avenida Abancay. En el frente de este tumulto, que lideraba al grupo más numeroso, los agentes coordinaban con los líderes de la movilización. Más adelante, en el cruce con la Av. Nicolás de Piérola, se había desplegado un contingente policial, incluyendo cinco tanquetas.
Cuando la multitud llegó a la intersección y se topó con la policía, los manifestantes siguieron las disposiciones policiales e ingresaron a Nicolás de Piérola con dirección hacia la plaza San Martín. Sin embargo, un grupo menor permaneció en el cruce, increpando a la policía, y así la manifestación se dividió nuevamente y la masa que marchaba detrás se estancó. Alrededor de las 6 p.m. iniciaron los enfrentamientos.
Primeros enfrentamientos
Algunos manifestantes empujaron el cordón policial con el fin de ingresar a Abancay, en dirección al Congreso de la República. Utilizaron bombas de humo, pintura y objetos contundentes contra los agentes, quienes respondieron empleando sus bastones tonfa. La mayoría marchaba pacíficamente en diferentes zonas del Centro de Lima, incluyendo a la multitud estancada hacia el otro extremo de la avenida Abancay.
Algunos minutos luego, la policía retiró el cordón y se permitió el acceso en dirección al Congreso de la República. En este momento, algunos vándalos agredieron a los agentes del orden que habían sido retirados hacia las veredas. Otros corrieron por la avenida, mientras la masa avanzaba a un paso más lento. En cada cuadra se registró gran presencia policial.
Estrategia policial
Poco a poco, se empezaron a agrupar los manifestantes en las afueras del Congreso. La masa más grande aún permanecía a varias cuadras de distancia. Fue entonces cuando la policía aplicó una estrategia para dividir a la masa. Por un lado, se cercó a quienes ya estaban frente al Palacio Legislativo. A varios metros, otro cordón policial impidió el avance de quienes recién llegaban.
En este momento, cerca de las 6:30 de la tarde, se registraron algunos enfrentamientos, principalmente forcejeos. La policía empleó gas lacrimógeno y a sus escopeteros para hacer avanzar a ambos grupos: unos en dirección al puente Ricardo Palma y otros hacia el cruce con Piérola. Durante este recorrido, que duró cerca de una hora, se registraron varios forcejeos y agresiones de ambas partes.
Finalmente, la policía hizo retroceder a la muchedumbre hasta la avenida Nicolás de Piérola. De a pocos, la marcha fue siendo empujada en dirección a la plaza San Martín, donde también había un grupo importante de manifestantes. En este tramo se evidenciaron lo niveles más álgido de violencia desde ambas partes.
Para las 8:15 p.m., la movilización ya había sido reducida en gran medida. Se registraron algunos enfrentamientos en otras partes de la capital por parte de grupos menores. La mayoría ya había sido empujada por la policía hasta la plaza San Martín. Allí, tras algunos forcejeos, la movilización tuvo su fin.
Casi a las 9:30 p.m. se registró otro breve enfrentamiento en la plaza San Martín, en jirón Ocoña con jirón Carabaya. La policía se vio obligada a emplear gas lacrimógeno. En el lugar se encontraba una menor que fue atendida por los brigadistas. Tras algunos minutos de tensión entre manifestantes y policías, todo volvió a la calma.
Heridos
El Ministerio de Salud (Minsa) informó que 11 personas han sido atendidas en Lima tras resultar heridas durante la marcha de protesta del 19 de julio. En su mayoría, los atendidos presentan contusiones y heridas diversas en el cuerpo.
En tanto, la Defensoría del Pueblo reportó 6 civiles y 2 policía heridos. Una de las personas más afectadas fue la periodista Gabriela Ramos Carbajal, quien resultó con heridas tras ser impactada con perdigones en Av. Abancay a la altura de Fiscalía de la Nación.
En tanto, el Observatorio de Libertad de Prensa de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú registró ataques a 7 hombres y mujeres de prensa durante la jornada de protestas. Según este reporte elaborado por la Oficina de Derechos Humanos del Periodista, 6 ataques fueron perpetrados por civiles y 1 por agentes policiales.
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