Todo turista nacional o extranjero que pretenda llegar al aeropuerto internacional Jorge Chávez debe hacerlo a través de la avenida Elmer Faucett, la cual, en los últimos años, sobre todo en horas-punta, se convirtió en un infierno de congestión, ruidos, baches e informalidad. Ahora, esta travesía es mucho más horrenda debido a los desvíos vehiculares establecidos por obras vinculadas a la línea 2 y ramal 4 del metro de Lima y Callao.
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En un recorrido por la emblemática avenida, El Comercio comprobó lo difícil que es llegar a tiempo al principal terminal aéreo del país. Debido a las obras por la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, un tramo de la Av. Faucett, con dirección de sur a norte, ha sido cerrado. Los buses y autos desvían su camino a la altura de la Av. Quilca y continúan hacia la Av. Perú. Son varias cuadras donde el tráfico se hace insoportable.
Tras casi media hora atrapados en el tráfico, los vehículos llegan a la avenida Tomás Valle, donde solo unas cuadras los separan del aeropuerto, aunque por la congestión este pequeño tramo puede demandar hasta 15 minutos extras.
Un calvario similar les espera a los turistas que llegan a Lima por ese terminal aéreo. A ellos los recibe una avenida Faucett llena de baches y congestión.
El especialista en transporte Lino de la Barrera indicó que son tres los principales problemas que enfrenta esta avenida: un diseño vial complejo, un tráfico mixto con vehículos que no son los más apropiados y poca claridad sobre qué ente se encarga de su mantenimiento.
“Hay zonas de la pista que tienen hasta cinco carriles. De ahí se reducen a dos y luego crecen a tres. Esto, sumado a las coasters y combis, distorsiona el tránsito y genera cuellos de botella. Hasta ahora no se ha hecho nada por solucionar los temas de ingeniería y el transporte público. Al ser una vía nacional, la responsabilidad de su mantenimiento recaería en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones [MTC]”, detalló.
El ingeniero civil y docente de la Universidad de Lima Alexandre Almeida agregó que el cierre de un tramo de la Av. Faucett acrecienta la congestión en la zona, pues “reduce la capacidad disponible para el tránsito de vehículos que vienen desde San Miguel hacia el aeropuerto”.
Sobre el desvío temporal, establecido durante 45 días, sugirió estudiar otras vías paralelas, a fin de mitigar la sobrecarga generada por el tráfico en una ruta que no está preparada para recibir esta cantidad de vehículos.
“Podría ser necesario intervenir algunas vías alternas para proveer las condiciones de seguridad y un mejor desplazamiento del flujo vehicular. Así se mitigaría la congestión vehicular en la ruta de desvío”, señaló.
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Almeida sostuvo que la mejora de la infraestructura y del flujo vehicular en la avenida Faucett dependerá de la movilización de recursos por parte del Gobierno y de acciones bastante importantes.
“No es tan sencillo ampliar la cantidad de carriles debido a la cantidad de edificaciones colindantes. No hay mucho espacio. El Gobierno tendrá que comprar edificaciones y expropiar áreas importantes. Además, para mantener un flujo constante se deberá eliminar semáforos e implementar intercambiadores de cruce libre, lo que requiere también de área”, explicó.
Otras acciones serían mejorar las condiciones de las rutas de acceso, tanto las vías transversales (avenidas Morales Duarez, Argentina, Benavides, Venezuela), como las paralelas (avenidas Escardó, Insurgentes, Universitaria, Haya de la Torre) para que parte del tráfico se concentre allí y no tanto en Faucett.
“Tenemos todo un sistema vial que tendrá que ser intervenido. Si se hace una intervención de manera integral se tendrá una mejora significativa”, señaló.
Por su parte, Lino de la Barrera precisó que sería idóneo que “se elabore un plan maestro para la avenida Faucett proyectado en los siguientes años”, tomando en cuenta el conjunto de eventos futuros en la ciudad, como la Línea 4 del Metro de Lima y Callao. “Se podría también ampliar el alcance del Metropolitano para que se aproxime al aeropuerto y pueda captar un público”, añadió.
Responde el MTC
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) precisó a este Diario que de acuerdo a sus facultades le compete la atención de solo un tramo -no menor- de esta importante vía, comprendido entre las avenidas Morales Duárez y Néstor Gambetta, el cual afirma “se encuentra en adecuadas condiciones de transitabilidad”.
“El mantenimiento de los demás tramos le corresponde a la Municipalidad Metropolitana de Lima y a la Municipalidad Provincial del Callao, según jurisdicción”, señaló.
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Asimismo, el MTC detalló que el mantenimiento rutinario del tramo que le compete está a cargo de Provías Nacional, el cual consiste en “la limpieza de calzada y bermas, sellado de fisuras y grietas en calzada, parchado superficial y profundo, conservación de las señales de seguridad vial”, entre otros.
“En los tramos que no se encuentran a cargo de Provías Nacional, cuando corresponde se informa a la entidad competente para la atención de la problemática. Al margen de ello, se instalarán mesas de trabajo con el gobierno regional para realizar una labor en conjunto”, comentó.
Proyecto importante
Una obra con miras a reducir la congestión en la Av. Faucett es la vía expresa Santa Rosa, cuyos estudios de impacto ambiental y de ingeniería se encuentran en elaboración. Se trata de un viaducto elevado de 3,6 kilómetros en la Av. Santa Rosa, en el Callao, desde la Av. Costanera hasta la Av. La Alameda, próxima al futuro puente Santa Rosa, que daría acceso a la nueva terminal del aeropuerto. El proyecto culminaría en agosto del 2027.
Lino de la Barrera consideró que este proyecto es una alternativa interesante, aunque explicó que al ser una edificación elevada, y no al ras de suelo, deberá lidiar con algunos problemas vinculados a las redes de telefonía, interferencias, entre otros. Esto hará que se pueda dilatar el tiempo de entrega de la obra. “Hay necesidad de soluciones mucho más inmediatas”, sostuvo.
En tanto, pese a que calificó a la Vía Expresa Santa Rosa como importante y necesaria, Almeida dijo que no será suficiente para descongestionar la avenida Faucett. “Minimizará el tráfico un poco, tendrá resultados positivos, pero no a largo plazo. La única manera de tener un impacto real en Faucett es mejorar todo el sistema vial ubicado alrededor”, dijo.
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