René Pérez, el vocalista del grupo Calle 13, aseguró que le gustaría renunciar a la ciudadanía estadounidense pero que no lo puede hacer por la compleja situación legal en la que se quedaría.
Si un puertorriqueño renuncia a la ciudadanía americana se considerará extranjero y le aplicarán las Leyes de Inmigración y Naturalización, explicó hoy en su cuenta en Twitter.
Los mensajes de Pérez se dieron luego de una entrevista con la cadena RT en la que el rapero explicó que la nacionalidad que a él le gustaría tener es la puertorriqueña, que oficialmente no existe.
Renunciar a la americana significa, entre otras cosas, que necesitará una visa para viajar a Puerto Rico o vivir en la Isla, no podrá trabajar en Puerto Rico sin la autorización del Servicio de Inmigración y Naturalización, tampoco se le permitirá votar en las elecciones, agregó Residente.
POLÍTICAMENTE COMPLICADO Puerto Rico fue una colonia española hasta 1898, cuando pasó a ser jurisdicción estadounidense, y en 1952 firmó su constitución como Estado Libre Asociado a EE.UU, lo que le otorga una autonomía limitada en asuntos como acuñación de moneda, defensa y protección de fronteras.
En la entrevista al canal de noticias RT, admitió que no ha renunciado a la ciudadanía estadounidense porque las leyes son tan fuertes cuando tú renuncias, al nivel que no voy a poder ver a mi familia.
No se trataría de valentía, sino de ser estúpido, porque si tú renuncias ahora, con las ridículas leyes que tienen, no vas a poder ni trabajar en Puerto Rico, en mi país, añadió.
Los puertorriqueños tienen derecho a la ciudadanía estadounidense desde que EE.UU. lo autorizó en 1917 a través de la Ley Jones, aunque no tienen los mismos derechos que los ciudadanos de ese país y, entre otras diferencias, no pueden votar en las elecciones presidenciales.
Ahora dependemos totalmente de EE.UU. Cualquier movida que queramos hacer hay que pedirle permiso. Nuestro presidente es Obama pero nosotros no votamos por Obama. Eso es un abuso, criticó el cantante.
Insistió en que él no odia a EE.UU., sino que está en contra de la estrategia aplicada en su opinión desde hace un siglo para educarnos para ser dependientes.