MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ (@martiacosta) Redacción online

La noche no era fría, solo estaba fresca. Faltaba poco para las 8:00 p.m. y el pronóstico, si bien era alentador, no entregaba una seguridad plena: Keane llegaba por primera vez al país, rumor de buen rock aunque poca gente en los alrededores. Ya dentro del Parque de la Exposición, el panorama no era mejor. Apenas tres mil personas esperaban en ese momento a la agrupación liderada por Tom Chaplin.

Es que para muchos Keane es una banda de buen sonido, pero ligera e incluso fría. Una percepción que Chaplin y compañía se encargaron de echar por tierra en una hora y media intensa y llena de matices.

Space Bee fue la banda elegida para calentar el ambiente. Sólida presentación para una agrupación que antes ya había taloneado a Guns N’ Roses y The Smashing Pumpkins. Aldo Rodríguez y compañía entregaron una dosis de melancolía y baile, ante poco menos de cuatro mil personas.

Fiel a la puntualidad inglesa. Keane aparecía en escena a las 9:00 p.m. e iniciaba su presentación con “You Are Young”. En medio del primer tema Chaplin se esmera en demostrar que sus clases de español intensivo sí sirvieron: “Canten conmigo” dice mientras el público cumple obediente el pedido.

“Bend and Break” suena y Chaplin con su español mascado hace la primera conexión con sus fans limeños. “¿Cómo están peruanos?”, pregunta. El grito en coro no se hace esperar. Keane iniciaba así el que sería para sus fanáticos un concierto memorable. Sin embargo, la noche de ayer también fue interesante para la agrupación, que en su bautizo en tierras peruanas encontró un ‘feeling’ especial con su gente.

“On the Road”, “We Might as Well Be Strangers”, “Nothing in My Way”, “Silenced by the Night” se cantan en coro, pero es “Everybodys Changing”(uno de los himnos de la banda) el primer pico de la noche. El setlist está surtido y combina temas del Hopes Fears, Under the Iron Sea, Perfect Symmetry, y por supuesto del Strangeland, disco que da nombre a la gira.

Desde el público Chaplin recibe un chullo y una bandera del Perú. La levanta, se la pone de bufanda y la coloca sobre su teclado. Para este momento, no solo el público disfruta del concierto, la banda parece vivir de manera especial la presentación.

El coro de los fans es casi ensordecedor y para ese momento el Parque de la Exposición está repleto. Keane arde en el escenario. Entonces llega otro pico en la noche para el delirio de las casi siete mil personas. “Is It Any Wonder?”, “This Is the Last Time” y la conocida “Somewhere Only We Know”.

Con “Bedshaped” la banda se despide y agradece la fidelidad. Entonces llega el tradicional pedido de regreso. Keane vuelve al escenario para rematar la noche: “Sea Fog”, “Sovereign Light Café” y “Crystal Ball”. Ahora sí, la banda se va, es un hecho que regresarán a Perú, quizá para cantar “Atlantic”, ese tema frío pero que tanto esperaba este redactor.