ANTONIO BAZÁN CHERO El Comercio Chiclayo

Si hubiera sido veterinario, como lo pensó al terminar el colegio en el 2005, de seguro no sería uno de nuestros nuevos embajadores culinarios en el mundo. Ariel Benit Peralta pasea su arte por Sudamérica y lo lleva a Europa, a través de sus amigos chefs. Su comida favorita, sin duda, es la chiclayana, que le enseñó a preparar su madre. Confiesa que el loche es su delirio gastronómico.

¿Al terminar el colegio, fuiste de los renegados sin vocación? Tenía mis dudas, no fui bueno en el colegio, pero lo claro es que no nací con la vocación de cocinero.

*¿Y cómo la descubriste? * Me volví un adicto a Anthony Bourdain y su programa en el canal Discovery Travel Living. Me gustaba verlo viajar y cocinar, y me dije que quería ser como él. Fue un referente en su momento, pero no el único.

¿Tu familia influyó? Mi madre estuvo siempre ligada a la cocina. De pequeño, la ayudaba al torneado de las papas y a condimentar carnes, pero lo hacía para poder salir a jugar con mis amigos. Con el tiempo descubrí que lo que hacía en casa era a lo que me quería dedicar siempre.

¿Fue difícil? Mi mamá me aseguró los estudios en D’Gallia, pero siempre me enviaba el dinero exacto para la pensión. Mis otros gastos debía asumirlos yo y para eso había que trabajar.

¿Por qué te vas del Perú? ¿Somos un país sin oportunidades para los chefs? No, para nada. Pero cuando el empresario chileno Javier Morán estuvo en Lima, me invitó a su país a trabajar con él. Allí estuve casi dos años. Después me fui a Ecuador y ahora me siento genial en Colombia.

Siempre con el loche como acompañante El loche no se suplanta, tiene mucha personalidad en la cocina. Si fuese una persona, sería el presidente de un país importante. Que se sepa en el mundo que la mejor comida peruana se prepara en Lambayeque.

¿Le ha caído bien al foráneo que prueba tus platillos? Excelente. Por su sabor y aroma, el loche es el ingrediente diferente. Ahora no solo los peruanos lo valoran. Desde que dejé el Perú, incluyo en mis presentaciones potajes en base a loche, producto de denominación de origen de mi Lambayeque. Fito Páez y Joaquín Sabina lo han probado.

¿Preparas lo tradicional? Siempre sirvo el loche con un arroz con pato. También preparo ensalada de loche con pimienta molle y conejo.

¿Cuál es tu plan a futuro con el loche? Convertirlo en un producto bandera de Lambayeque. Amigos de restaurantes europeos ya lo incluyeron en sus presentaciones. Con Marco Barandiarán, un chef chiclayano radicado en Chile, trabajamos por este sueño.

¿Entonces, este es un plan a corto plazo? En diciembre viajaré a una exposición de cocina en Malasia. Lambayeque será la invitada de excepción.