El retorno a los grandes eventos presenciales en nuestro país vislumbra un mejor escenario para el 2022. El último concierto en despertar la pasión de los amantes de la música es el del cantante puertorriqueño Bad Bunny, programado para el próximo 13 de noviembre y, con el anuncio de una segunda fecha, para el 14 de noviembre. No es el único, ya que unos meses atrás se anunció la llegada de Harry Styles este 29 de noviembre, el esperado regreso de la banda británica Coldplay a Lima, tras seis años de su último concierto (para el 20 de setiembre en el Estadio Nacional), y antes de su presentación ya están confirmados Zion & Lennox para el 12 de febrero, Rauw Alejandro el 8 de marzo, y el ex One Direction Louis Tomlinson para el 1 de junio.
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EL CASO COLDPLAY
Bajo este panorama, Teleticket es la principal plataforma que conecta a los fanáticos con los grandes conciertos como el de Harry Styles, la cual utiliza un sistema de cola virtual para hacer un reparto equitativo de las entradas. Sin embargo, casos como el ocurrido en diciembre con Coldplay muestran que la demanda es mucho mayor que la oferta, y que no todos logran conseguir su tan ansiado ticket. Consultado sobre esta modalidad, el representante de Teleticket, Luis Eduardo González Orellana, señaló a El Comercio que este sistema de cola virtual asigna un turno aleatorio y es usado de la misma forma a nivel mundial por otras empresas. “Así tú te levantes a la medianoche y entres a la página de Teleticket, vas a tener la misma oportunidad que la persona que entra un minuto antes, porque lo que hace la cola es simplemente asignar un turno aleatorio de acuerdo a la cantidad de gente que hay”, dijo.
Por su parte, el productor de eventos Alberto Menacho, señaló a este Diario que sí estimaban que Coldplay despertaría tanto interés como fue en la oportunidad anterior, pero no imaginaron que el ‘sold out’ se alcance en cuestión de horas. “En el último concierto la gente que fue salió feliz. En mis años que llevo haciendo esto, no he visto a gente salir tan contenta con un show (…) Sabía que iba a haber una acogida importante pero nunca me imaginé ese nivel de velocidad de venta”, reconoció.
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La alta demanda para ver a la banda británica se reflejó en una cola virtual de más de 100 mil personas, cuando solo se contaba con 20 mil entradas disponibles para la venta general realizada el último miércoles 15 de diciembre. En el caso del concierto de Harry Styles, solo estarán disponibles 16 mil entradas cuando estas salgan a la venta el 20 de enero a las 9 a.m. (hora peruana), las cuales solo estarán disponibles en la modalidad de venta virtual a través de la página teleticket.com.pe.
“Cada uno podía comprar cuatro entradas, eso quiere decir que 5.000 personas compraron. Las otras 95 mil se quedaron sin ticket, por eso es que hay muchas quejas. Esto se ha hecho de la mejor forma [posible]”, recalcó González Orellana.
Consultado sobre la posibilidad de implementar otro sistema, el representante de Teleticket aclaró que, por el momento, este es el único que puede controlar la venta.
“Cuando son eventos de gran demanda, [esta] es la única forma de controlar a todo el público y es un algoritmo el que asigna los puestos, no hay otra forma. Hasta ahorita no hay un sistema más innovador o más nuevo que pueda permitir hacer las cosas de otra manera”, puntualizó.
La problemática del aforo y la reventa
Debido a la pandemia del COVID-19, y con la finalidad de preservar la salud de los peruanos, el Estado determinó controlar aforos en distintos lugares, algo que ha ido variando según se enfrenta la situación epidemiológica en nuestro país. Ante ello, es claro que la industria del entretenimiento no tiene un panorama definido para cerrar contratos futuros con otros artistas.
“Somos la única industria que ha sido responsable. Es decir, en julio el ministerio partió con el evento en el Parque de la Exposición, con los protocolos de bioseguridad y todas las medidas, y desde ahí nos dieron un aforo de 3.000 personas. No es negocio para nadie hacer conciertos con esa cantidad porque los márgenes [de ganancia] son muy pocos. Todos los empresarios están siendo empáticos con los consumidores, pero la autoridad hasta ahora no nos apoya para ampliar los aforos”, dice Luis Eduardo González.
A pesar de ello, Alberto Menacho y Luis González concuerdan en que el sector formal de entretenimiento tiene las herramientas necesarias para hacer respetar las medidas de bioseguridad en los eventos. “Nosotros podemos –con un sistema- controlar el carné de vacunación y verificar el uso de mascarilla. Podemos hacer todo lo que la autoridad nos diga”, señaló el representante de Teleticket.
La reventa de entradas es otro problema que se hace más evidente con los años y que se ha incrementado con las entradas digitales, porque abre la posibilidad a una estafa vendiendo la misma entrada a más de una persona. Lamentablemente, esta práctica no se encuentra prohibida en nuestro país, y así lo reconoce González: “Tenemos el mal hábito de la reventa (…) He tratado miles de veces de que prohíban eso porque claramente los fans son los que más sufren, pero lamentablemente no está prohibida y [los revendedores] van a continuar haciendo su agosto (…) Nosotros hemos hecho una campaña para que no compren reventa porque van a estafar a mucha gente, ya que ese código QR puede ser reenviado a mil personas y solo va a entrar una”.
Los usuarios de redes sociales también sugirieron que se pida el número de DNI para la compra de cada entrada para evitar la reventa. Luis González considera que esto no es factible en las compras digitales: “Si comienzas a poner DNI en una compra, la experiencia en la página se vuelve más lenta y es peor (…) No sirve de nada porque igual se revende la entrada. No hay una forma en que podemos controlar la reventa y no tenemos forma de identificar a esta gente”.
El escenario post pandemia
La industria del entretenimiento se ha paralizado por más de un año, y poco a poco están retomando sus actividades. El representante de Teleticket recalca que la actual demanda para los shows de diversos artistas es increíble. Pero para poder satisfacer al público, las productoras están haciendo una apuesta riesgosa. “Somos una industria que ha estado casi quebrada y realmente todos los productores del Perú están haciendo una puesta en escena muy riesgosa, con una inversión muy grande para llevar al Perú entretenimiento y cultura”, dijo.
El próximo año habrá dos grandes eventos en la región: Lollapalooza en Argentina y Rock in Rio en Brasil. Esto significa la llegada de grandes artistas, quienes -según el representante de Teleticket- aprovechan en hacer otros conciertos en países cercanos. Pero el problema radica nuevamente en la incertidumbre del aforo y las decisiones de las autoridades sanitarias.
“La mayoría quiere irse a lo seguro y están apostando hacia el segundo semestre del 2022. Ahorita tienes una cantidad enorme de artistas que quieren bajar [al Perú], pero no tenemos claro el panorama. Si dejarán ampliar el aforo o no, estamos a merced de ellos y de lo que digan”, resaltó.
“Esta industria se planifica con antelación cuando son figuras importantes porque justamente tienes que ver cuánto te vale el artista, cuánto sale la producción, sobre eso calculas el porcentaje de auspicios y entradas para ver si sale o no rentable. Actualmente no se puede hacer esa ecuación porque no se sabe el aforo, y eso es importantísimo”, finalizó Luis González.
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