Redacción Mag

El pasado mes de abril, un perro llamado Mocha perdió lo poco que tenía: su amo murió y sin nadie más que pudiera hacerse cargo de él, terminó en un albergue para mascotas local en la ciudad de Indianápolis, en Estados Unidos. Desafortunadamente, pasaban los meses y nadie quería adoptarlo. Su conmovedora historia es en .

Pese a que su dueño había mantenido a Mocha siempre en excelentes condiciones, el can no solo era ya mayor con sus 10 años de edad, sino que también sufría de un melanoma maligno. Este diagnóstico hacía desistir a las personas de llevarlo a casa.

Pero entonces un hombre de Indianápolis llamado Enoc López se enteró del caso de Mocha. Al escuchar su historia, “algo en mí se disparó”, aseguró al canal local Wish TV. “Simplemente no podía dejarla”, afirmó.

No es la primera vez que López decide hacerse cargo de un “caso difícil”. Hace 11 años adoptó a una perrita sorda llamada Amy y también a un niño llamado Allen hace un año, para criarlo como padre soltero.

Muchos perros necesitan un buen hogar. También hay muchos niños en el sistema de cuidado de crianza que necesitan un buen hogar”, indicó. Sabe que el tiempo que él y su hijo tienen con Mocha es limitado, pero eso no lo asusta.

“Siempre esperamos dejar que otras personas lo hagan, pero a veces hay que tomar al toro por las astas y simplemente hacerlo”, manifestó.

“Puede que no viva por mucho tiempo, pero al menos podrá vivir en un gran patio rodeado de personas que la amarán y acariciaran y donde no necesitará nada hasta que llegue ese día”, añadió.

IndyHumane, el refugio que cuidaba a Mocha, publicó una actualización de su situación en Facebook, y López aseguró a los lectores que Mocha estaba “bien y se estaba adaptando”.

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