Shauna Rae es una joven estadounidense de 22 años que, como cualquier otra persona de su edad, sale de fiesta y se divierte junto a sus amistades; sin embargo, su presencia no pasa desapercibida en ninguna parte. ¿El motivo? Tiene la apariencia de una niña de 8 años.
Sucede que, cuando tenía 6 años, le detectaron un cáncer cerebral que fue tratado con quimioterapia. Gracias a ello, Shauna pudo sobrevivir y recuperarse, pero al tratarse de un método tan agresivo, le quedaron distintas secuelas tales como problemas hormonales y de crecimiento, los cuales provocaron que dejara de crecer.
Los médicos suponen que los fármacos utilizados durante el proceso habrían comprometido el funcionamiento de su glándula pituitaria.
Esta glándula se encuentra en la base del cerebro, en una región que funciona como el control maestro en la producción de hormonas que guían el crecimiento y funciones de otras glándulas del cuerpo.
“No soy una niña, soy una mujer”
Esta condición suele causarle problemas a Shauna, dado que a la hora de salir de fiesta, beber alcohol, asistir al gimnasio o hacerse un tatuaje, más de uno se ha acercado a preguntarle si tiene la edad suficiente para hacerlo. Pese a tener 22 años, no puede llevar el ritmo de vida que tiene una persona de su edad.
“Si me vieras, pensarías que soy una niña normal haciendo cosas de niña normal con mi divertida y alocada familia, pero la verdad es que no soy una niña. Soy una mujer”, expresó.
Todas sus vivencias han sido registradas y publicadas en un documental de la cadena TLC, donde la propia joven mostrará cómo es su día a día estando ‘atrapada’ en el cuerpo de una niña.
“Aunque físicamente no puedo crecer, quiero desesperadamente que me traten como a una adulta. Estoy trabajando en mi independencia”, dijo Shauna en el tráiler de ‘I Am Shauna Rae’ (Yo soy Shauna Rae), estrenado este martes.
Madre de Shauna recibe duras críticas
En exclusivo adelanto del primer episodio de la serie al que tuvo acceso la revista PEOPLE, su madre Patty revela en un confesionario que es objeto constante de críticas de parte de la gente por “permitir” que su hija de 22 años se vista de acuerdo a su edad pese a que físicamente parece una niña de 8, por lo que a menudo tiene que explicarles que la joven es lo suficientemente mayor para tomar sus propias decisiones. “Y ellos no le creen y la llaman mentirosa, lo cual no es para nada divertido”, asegura Shauna.