Barry Evans tuvo que hacer un inventario para poder recibir el Guinness. (Foto: guinnessworldrecords.com)
Barry Evans tuvo que hacer un inventario para poder recibir el Guinness. (Foto: guinnessworldrecords.com)
Joel Dávila Quiñonez

Barry Evans es un hombre de los quien tiene una afición que lo ha llevado a que su se haga en diversas : es un gran fanático de Sonic, una de las mascotas más queridas del mundo de los videojuegos, quien ha roto el récord mundial por contar más de 3 mil artículos del erizo azul.

Amando al erizo azul

Nuestro protagonista vive en Texas y acumula, exactamente, 3 mil 50 souvenirs del animalito creado por la popular casa desarrolladora Sega a inicios de los 90′s. Por esta razón, la semana pasada Guinness World Records, a través de un comunicado de prensa, le dio el galardón como el más grande coleccionista de recuerdos de Sonic.

Al ser entrevistado por Guinness, Evans expresó: Sonic ha sido mi pasión durante 30 años”, la misma que comenzó en 1992 cuando me compraron el videojuego Sonic The Hedgehog 2, a lo cual le seguiría un envase del erizo en 1993: “Más tarde vi un póster y más juguetes, comencé a decorar mi habitación con ellos (…) era genial, nervioso, tenía ese factor sorpresa. El erizo con actitud”.

Una colección envidiable

Su colección incluye máquinas recreativas, peluches, figuritas, letreros, pines, máquinas de moldes que se usaron en su momento para hacer muñecos de plástico, pero también un raro juego de walkie-talkie de peluche japonés hecho en 1992, pero sus tesoros son estatuas de la mascota de Sega que las obtuvo en 2001. Asimismo, también reconstruyó una máquina recreativa de Sega que data de 1993.

Barry Evans en la década de los 90's. (Foto: guinnessworldrecords.com)
Barry Evans en la década de los 90's. (Foto: guinnessworldrecords.com)

Su extensa colección, confesó, la guarda en una habitación de 1,650 metros cuadrado, a la cual llama “Yesterday”, la misma que se ubica al lado de su casa, la cual fue verificada por Guinness en marzo de este año, luego que Barry hiciera un inventario detallado de su colección.

“Conseguirlo no fue tarea fácil, me costó mucho trabajo. Se necesitaron tres semanas de 8 a 10 al día para catalogarlo (…) fue increíble que Guinness World Records me diera una reivindicación de mi colección. Tener mi colección reconocida por Guinness es un evento que me llena la vida”, sentenció.

Walkie-Talkie japonés de Sonic que valió más de 1,700 dólares. (Foto: guinnessworldrecords.com)
Walkie-Talkie japonés de Sonic que valió más de 1,700 dólares. (Foto: guinnessworldrecords.com)

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