Esta deliciosa receta la puedes disfrutar en cualquier momento del día. (Foto: nut&me)
Esta deliciosa receta la puedes disfrutar en cualquier momento del día. (Foto: nut&me)
Redacción Mag

Si hay un ingrediente que cada vez es más popular en las recetas saludables es la harina de almendras. Idea para postres, es mucho más beneficiosa que la clásica harina refinada y está elaborada en base al fruto seco, que tiene un sabor delicado y ligeramente dulce. Una gran manera de consumirla es en un queque o bizcocho, ideal para personas celíacas o intolerantes al gluten, pues no contiene trigo.

Según Mariana Hidalgo, nutricionista de nut&me, las harinas blancas refinadas que se usan comúnmente en productos horneados y panes carecen de muchos nutrientes importantes como fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Además hay estudios que señalan que este tipo de alimentos procesados están asociados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas y la diabetes de tipo 2.

Es así como los beneficios de esta harina son muchos, gracias a las propiedades de las almendras; funciona bastante bien para reducir la cantidad de azúcar en la sangre, mejorar el metabolismo y brindar energía para todo el día, gracias a su alto contenido de vitamina B2 (riboflavina). “La riboflavina en las almendras desempeña un papel esencial en la producción de energía, la creación de glóbulos rojos, la función celular, el crecimiento y el desarrollo”, comenta la especialista.

Una gran manera de consumir la harina de almendras es en un bizcocho saludable y fácil de preparar. Aquí te dejamos esta deliciosa receta a cargo de que la puedes probar en cualquier momento del día.

Ingredientes:

[inicio-ingredientes]

  • 200 gr harina de almendra
  • 6 huevos
  • 150 gr eritritol (edulcorante)
  • Aceite de oliva

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Preparación:

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  1. Separar las claras de las yemas.
  2. Batir las claras a punto de nieve junto con el edulcorante para que queden bien firmes. Añadir las yemas y batir toda la mezcla un poco más.
  3. Finalmente incorporar la harina de almendra y mezclar con mucho cuidado a mano, sin batidora. Si batimos demasiado la harina con las yemas, las claras se bajan y el pastel no subirá tanto.
  4. Untar un molde con un poco de aceite y espolvorear con harina de almendra y azúcar.
  5. Verter la mezcla y hornear a 180 grados, durante 25-30 minutos o hasta que esté dorada y al pinchar con un palillo salga limpio.

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