La campana de una cocina. | Imagen referencial: Curtis Adams / Pexels
La campana de una cocina. | Imagen referencial: Curtis Adams / Pexels
Rodolfo Huamán

Lo más probable es que cuando te pregunten por los primeros que te comprarás en tu nueva , las campanas extractoras no se encuentren en tus prioridades porque piensas que no cambiará nada en el sabor y textura de tus comidas y, además, ocupan mucho espacio. Pero esto es un pensamiento erróneo.

Una campana extractora es un electrodoméstico que se coloca arriba de las hornillas de la cocina y su función es absorber la grasa, pero no es la única.

En la siguientes líneas te decimos más beneficios por las que deberías contar con una campana. Ojo, no estamos diciendo que lo compres ahora mismo si no está entre tus posibilidades económicas, pero sí tener conocimiento de las ventajas de este electrodoméstico.

Razones para tener una campana extractora

El primero tiene que ver con una mejor calidad de aire. ¿Cómo es eso? La principal función de la campana extractora es mejorar la calidad del aire eliminando los productos de la combustión. Asimismo, te olvidarás de la humedad del aire, y esto bueno para evitar la propagación de enfermedades.

Otra razón razón para considerar instalar una campana extractora es que reduce el vapor, el humo y el calor que se genera durante el proceso de cocción, ya sea frituras o guisos. A esto hay que sumarle que cuenta con luces led, es decir, tendrás una mejor iluminación al cocinar.

Una ventaja es que, al estar ubicados encima de la cocina, no tendrás que modificar la distribución de otros muebles. Es una gran opción para que la habitación no luzca recargada, sobre todo si tu departamento o casa es pequeña.

Asimismo, su limpieza es relativamente sencilla. Hay productos desengrasantes en el mercado, como también puedes aplicar la mezcla de agua y vinagre blanco para arrasar con el aceite y grasa acumulada.

Por último, la campana filtra la grasa en el aire antes de que tenga la oportunidad de asentarse en otros espacios de tu hogar, por lo que no habrá de qué preocuparse con los olores desagradables que puedan surgir después.