En las últimas semanas, ha surgido un conflicto legal entre Taylor Swift y Jack Sweeney, un estudiante de la Universidad de Florida Central, quien administra cuentas en redes sociales para rastrear los jets privados de la cantante y otras celebridades. La abogada de Sweeney, James Slater de Slater Legal PLLC, ha salido en defensa de su cliente, afirmando que este “no se va a doblegar” ante la carta de cesar y desistir que recibió de los abogados de Swift en diciembre pasado.
En la carta dirigida a Sweeney, la abogada de Swift, Katie Morrone, argumenta que al proporcionar actualizaciones en tiempo real sobre la ubicación y hora exacta de llegada de la cantante a un lugar, Sweeney está proporcionando un “mapa” a personas con intenciones violentas o maliciosas. Morrone sostiene que estas cuentas, que han sido retiradas por Meta, la empresa matriz de Instagram y Threads, constituyen un comportamiento de “acosar y perseguir” que representa una amenaza inminente para la seguridad de Swift.
En respuesta, Slater ha afirmado que el rastreo de los jets privados, realizado con información públicamente accesible, no viola los derechos legales de Swift. En su carta de respuesta, Slater señala que la cuenta “@taylorswiftjets” se dedica a un discurso protegido que no infringe ningún derecho legal de la artista.
Opiniones de expertos legales
Ryan Calo, profesor de derecho en la Universidad de Washington, ha expresado su opinión sobre la situación legal, señalando que no ve una causa de acción subyacente que el equipo legal de Swift pueda utilizar contra Sweeney. Calo sugiere que, aunque puede ser una cuestión de opinión pública y moralidad, no parece violar ninguna ley civil o penal.
Calo también destaca que históricamente, la Administración Federal de Aviación (FAA) proporciona información de vuelo por razones de seguridad y rendición de cuentas, sin que ello implique un riesgo para la seguridad de las personas.
En una publicación en X (anteriormente conocido como Twitter), Sweeney compartió la carta de su abogado en respuesta a la amenaza legal de Swift. En la carta, Slater reitera que el rastreo se basa en información públicamente accesible y no presenta ninguna amenaza para la seguridad de Swift. Además, destaca que la cuenta ahora presenta la información con un retraso de 24 horas y ya no en tiempo real.