Chris Robbins es un meteorólogo de Texas, Estados Unidos, reconocido por su comunidad por su labor, pero recientemente se encuentra en el ojo de la tormenta por exponer una actitud que millones no dudaron en condenar ¿Qué sucedió? El sujeto reveló que advirtió a los niños de su vecindario no tocar por ningún motivo el timbre de su casa, de lo contrario los esperaría con un arma cargada. Su aterradora confesión se hizo viral y, de inmediato, recibió el repudio masivo.
Todo comenzó en Facebook, en la página de iWeatherNet, donde Robbins da reportes constantes sobre el clima en Dallas y Atlanta, cuando el pasado lunes 1 de mayo se tomó un descanso de noticias sobre el clima para ser mucho más personal con su comunidad.
“Un niño acaba de llamar a mi puerta. Amigos, no toquen el timbre en 2023. Mi 6 estaba cargado. Mantenga a sus hijos alejados”, haciendo referencias al revólver de seis disparos.
Amenazando a los niños
Lejos que de recibir apoyo o que sea tomado a broma por sus seguidores, recibió una ola de durísimas críticas en los comentarios, por lo que se vio obligado a editar la publicación, explicando que el post hacía referencia a una niña que buscaba a su gato perdido y que la amenazó con jalarle el pelo tocar a su puerta.
“Amigos, es una mala idea permitir que sus hijos vayan tocando timbres en 2023... si mi timbre vuelve a sonar mañana, podría tirarle del pelo a alguien, ja, ja, ja, solo estoy jugando. Pero realmente es una mala idea para los niños que deambulan tocando timbres. No estamos en 1972. Si esa mocosa vuelve a tocar mi timbre, llamaré a la policía”.
Pero, lejos reflexionar sobre su conducta, insiste: “me siento mal porque le advertí que podría tirarle del pelo si volvían a llamar a mi puerta. Empezó a llorar... oportunidad de aprendizaje. Encontró a un buen anciano gruñón... por favor, enseñe a sus hijos a mantenerse alejados de los timbres”.
Duramente criticado
Luego de ser repudiado en los comentarios, Robbins eliminó sus polémicos posts, pero llegaron a otras redes sociales como Twitter, donde recibió el mismo trato duro: “lo seguí durante años porque tenía pronósticos muy detallados. Tristemente, creo que se está perdiendo”, “es para lo que sirve un timbre. Si no quiere que nadie lo toque, entonces que lo quite”, “¿cómo es normal amenazar a alguien que toca el timbre de tu puerta?”