En una tarde rutinaria de trabajo, una empleada de un popular restaurante de comida rápida en Lexington, Kentucky, se vio obligada a tomar un descanso que resultó ser salvavidas. Alexandria Cowheard, una trabajadora de Wendy’s, realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en un hombre en el estacionamiento del local.
“En el fondo de mi mente, estaba pensando, ¿qué debo hacer?”, comentó Cowheard. “No entré en pánico visiblemente, pero hubo un pequeño cortocircuito antes de que pensara, ‘Chica, sabes cómo hacer RCP; ven aquí y realiza estas compresiones torácicas’”.
A las 2:23 p.m., un hombre en el estacionamiento de Wendy’s en Richmond Road, cerca de la I-75, se convirtió rápidamente en una emergencia médica. Un trabajador del lugar notó a alguien caído y solicitó la ayuda de su compañera, Alexandria Cowheard.
Cowherd llamó al 9-1-1, pero al llegar al hombre, este estaba morado-azul en la cara, no respondía y no respiraba. Después de realizar varias compresiones, el hombre comenzó a respirar nuevamente.
“Volvió a hacer ese ruido de ronquidos y tomó una bocanada de aire”, explicó Cowheard.
Todo el incidente tomó 15 minutos, y Cowheard, una joven de 22 años, resultó ser la persona adecuada en el momento adecuado. Actualmente trabajando en Wendy’s mientras estudia para convertirse en asistente de enfermería certificada en BCTC, esta futura profesional médica desea trabajar en la unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU) para reunir a las familias.
“Estoy orgullosa de haber ayudado a un hombre”, dijo Cowheard.
Después de la dramática situación, Cowheard regresó directamente a su trabajo en Wendy’s. Este incidente resalta la importancia de la formación en RCP, ya que, según Harvard Health Publishing, el 65% de los estadounidenses afirman haber recibido capacitación en RCP en algún momento de sus vidas; sin embargo, solo el 18% está actualizado en la formación.