En español se necesitan 15 palabras una frase entera para describir la palabra más larga del idioma alemán, una de 63 letras que acaba de desaparecer:

Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz.

Significa ley para la transferencia de tareas de supervisión en el etiquetado de la carne vacuna, una normativa regional que fue reemplazada por las autoridades.

El trabalenguas poco frecuente en el uso común nunca apareció en el diccionario, pero sí fue la palabra más larga en un documento oficial. Ni siquiera su abreviación, que en teoría debe servir para facilitar las cosas, se salva de ser compleja: RkReÜAÜG.

El récord entre las palabras que sí figuran en el diccionario es para Kraftfahrzeughaftpflichtversicherung, más corta que la ley pero seguro un término que genera más dolores de cabeza para las personas comunes y corrientes porque significa seguro obligatorio de automóviles.

Estas palabras son ejemplos extremos de una característica de este idioma: las largas y a veces enrevesadas palabras compuestas, que en alemán se definen, cómo no, con una palabra compuesta y difícil: Bandwurmwörter (algo así como palabras de la lombriz solitaria, si se traduce literalmente).

Ahora, según los medios alemanes, se está buscando un nuevo candidato para el primer lugar.

PALABRAS INFINITAS Tal como la normativa sobre la carne vacuna, la mayoría de las palabras más largas del idioma alemán provienen de leyes. En otros casos se trata de términos químicos.

Más allá de cual sea el significado, estas lombrices idiomáticas explican un fenómeno típico de esta lengua: en teoría es posible construir palabras infinitas, casi como si se tratara de armar un Lego.

Simplemente, a una palabra original, digamos una ficha de Lego base, se le van agregando otras fichas de distintos colores hasta que queda una figura nueva.

Parece fácil, pero se complica, como en este ejemplo.

Supongamos que el capitán de un barco (Kapitän) muere. Su viuda (Witwe), pasa a ser Kapitänswitwe.

El capitán, además, trabajaba para una sociedad de barcos a vapor: Dampfschifffahrtsgesellschaft.

La viuda del capitán se convierte, como si nada, en Dampfschifffahrtsgesellschaftskapitänswitwe.

Y como el capitán navegaba por el Danubio y no por otro río, entonces su viuda termina siendo Donaudampfschifffahrtsgesellschaftskapitänswitwe.

La precisión alemana ante todo.

OTROS IDIOMAS El alemán no es el único idioma que se complica de esa manera (o se facilita la vida, dependiendo de cómo se mire).

El finlandés y el húngaro también tienen la costumbre de alargar sus palabras según convenga.

El inglés y el español, por el contrario, tienden a escribir las palabras compuestas por separado.

Por ejemplo, la ley alemana de 63 letras se explica en español con 15 palabras y en inglés, con cinco (law delegating beef label monitoring).

Pero eso no significa que en esos dos idiomas no haya palabras interminables.

La palabra más larga del inglés, según aparece en el diccionario de Oxford, es pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis, una enfermedad que apenas tiene 45 letras.

Y en español, la palabra más larga registrada en el diccionario es electroencefalografista.

Puede ser enredada y poco común, pero al lado de Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz o incluso de pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis parece definitivamente un juego de niños.

O si no, pregúntenle a la viuda del capitán.