Ahora puedo anunciar que el señor Nelson Mandela será liberado de la prisión Víctor Verster alrededor de las 15.00 horas del 11 de febrero, dijo el presidente del gobierno blanco de Sudáfrica, Frederik de Klerk.

En ese entonces el país africano vivía sumido en un régimen de segregación racial obligaba legalmente a las personas negras a no frecuentar los mismo lugares que los blanco.

El premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, luchó toda su vida contra el Apartheid, como se conocía al gobierno que no reconocía el voto de las personas negras, e incluso prohibía los matrimonios y las relaciones sexuales entre blancos y negros.

El anuncio dado por Klerk conmocionó al mundo entero. Los siguientes dos días tras la noticia, El Comercio emitió siete publicaciones en las que informaría sobre la trascendente labor de Madiba para el mundo.

Un hombre que le priva a otro hombre de su libertad es un prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes del prejuicio y de la estrechez de miras, históricas palabras de Nelson Mandela cuando aún permanecía en prisión.

Mandela perdió su libertad durante 27 años para dejar por sentado su convicción: él no descansaría hasta que Sudáfrica, y el mundo entero sea libre de discriminación.

Sin embargo, hoy a las 8:50 p.m. (1:50 p.m hora en Perú), su cuerpo dejó de luchar contra la fuerte infección respiratoria que lo aquejaba desde hace un año. Su espíritu y obra permanecerá con nosotros.

El líder del partido Congreso Nacional Africano (CNA), fue condenado a cadena en 1964 por intentar derrocar al gobierno blanco de Sudáfrica. El tribunal de justicia presidido por el juez Percy Yabar lo calificó de traidor a la patria al dictar la sentencia.

Desde esa década del 60, el famoso líder negro, se convertía así en el símbolo de la injusticia de un sistema y del atropello de una sociedad racista que desconocía los más elementales derechos del hombre, publicó El Comercio, el día en que liberaron a Mandela, que de joven era conocido como el hacedor de problemas.

La noticia como dice la frase hecha, pero nunca mejor empleada, que ahora corrió como un reguero de pólvora incendiando el mundo, indicaba la publicación que ocupaba la tercera página de la edición impresa del 11 de febrero de 1990.

Y agregó con tono de profunda celebración. La comunidad internacional se ha conmovido, porque el aviso dado a los cuatro vientos por De Klerk, sindica que los vientos revolucionarios de la libertad y la democracia han llegado a esa región africana y la han sacudido. La determinación del Presidente sudafricano indica la intención de desmontar el sistema opresivo y oprobioso que hasta estos momentos rige en su país.

Hoy el mundo le rinde homenaje al líder de la lucha contra el racismo y la discriminación. Descansa en paz Madiba