El presidente sirio, Bachar al Assad, agradeció hoy en un mensaje al papa Francisco su postura clara contra las agresiones a Siria y su llamamiento para rezar por este país.

Según la agencia de noticias oficial siria, Sana, que difundió el contenido de dicho mensaje, el mandatario subrayó que la crisis en Siria será resuelta a través de un diálogo nacional entre los sirios, sin injerencias extranjeras

Una delegación del Gobierno de Damasco transmitió hoy estas palabras de Al Assad al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y al secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, durante una audiencia.

El jefe de Estado sirio hizo hincapié en que el pueblo es el único dueño del derecho constitucional para decidir el futuro y a los dirigentes de su país a través de las urnas.

CONFERENCIA EN GINEBRA Al Asad insistió en la disposición de su Ejecutivo a participar en la conferencia de paz de Ginebra, prevista para el 22 de enero, y señaló que la lucha contra los terroristas, que tienen como blanco a los ciudadanos, es un factor decisivo para que cualquier solución pacífica tenga éxito.

Reiteró que para triunfar en esa lucha es necesario que los países que respaldan el terrorismo, financiándolo o proporcionando apoyo logístico y entrenamiento, dejen de hacerlo.

Sin nombrarlos, Al Asad apuntó que algunos de esos estados son vecinos de Siria y están en Oriente Medio y otras partes del mundo.

El presidente afirmó que su Gobierno tiene interés en cumplir con el deber constitucional de proteger a los ciudadanos, independientemente de su raza o religión, de los crímenes que cometen grupos takfiri (de ideología islamista radical), que han atacado viviendas, escuelas y templos con explosivos y bombardeos.

PREOCUPADO POR SIRIA La agencia Sana añadió que, durante la reunión, Parolin dijo que el papa sigue de manera constante la situación en Siria y que está muy preocupado por el sufrimiento de su pueblo.

La Santa Sede confirmó en un comunicado la celebración de ese encuentro entre los responsables del Vaticano y la delegación siria, que estuvo integrada por el ministro de Estado, Yusef Sueid, así como por el viceministro para Europa del Ministerio de Exteriores, Husam Edin Ala, antiguo embajador del país ante la Santa Sede.