Benedicto XVI se asomó al balcón central del palacio de Castel Gandolfo para saludar a las miles de personas reunidas en la plaza, en el último acto público de su pontificado, que concluye a las ocho de la tarde local (2:00 p.m. hora peruana).

Desde primeras horas del día, vecinos de pueblo y fieles venidos de toda Italia y del extranjero aguardaron en la plaza la llegada y saludo del Papa, poco después de que dejara el Vaticano.

Queridos amigos, me siento feliz de estar con ustedes con la belleza del creador, su simpatía, su amistad y su afecto.

Ya no seré Papa sino un simple peregrino que se encamina para su última etapa como peregrino en la tierra, dijo. A continuación, precisó que hasta las ocho de la tarde, sigo siendo el Papa.

Me siento respaldado con su simpatía. Sigamos hacia adelante, con la ayuda del Señor, por el bien de la iglesia y del mundo.