La pirotecnia lanzada por un grupo musical en una discoteca cerrada de Brasil antes del incendio que cobró 234 vidas era para uso en exteriores, pero el material fue empleado igual porque era más barato, dijo la policía.

Las revelaciones de los investigadores brasileños este martes en una conferencia de prensa parecen empezar a despejar algunas incógnitas que aún rodean la tragedia del domingo en Santa María, en el sur del país.

Los datos preliminares obtenidos por la policía también apuntan a varias irregularidades en el equipamiento contra incendios de la discoteca, que al iniciarse el fuego estaba desbordada de estudiantes universitarios.

Cualquier niño sabía que esa casa no podía funcionar, dijo el inspector de policía Marcelo Arigony, que trabaja en la investigación.

Dos dueños de la discoteca y dos miembros del grupo musical fueron detenidos el lunes en procura de acelerar la investigación, pero Arigony sugirió que órganos o funcionarios públicos también pueden ser responsables.

El hecho generó consternación en todo Brasil, que cumple tres días de duelo oficial decretado por el gobierno, y diferentes autoridades estatales y municipales del país prometieron fiscalizar mejor los locales nocturnos.

US$1,25 El incendio en la discoteca Kiss fue el más letal registrado en Brasil en medio siglo, con el saldo oficial de muertes corregido este martes a 234 en lugar de las 231 que se manejaban antes.

También fueron hospitalizadas cerca de 120 personas, unas 75 de ellas en estado crítico según las autoridades sanitarias brasileñas.

La mayoría de las víctimas tenía entre 18 y 20 años y falleció a causa de la inhalación del humo tóxico, informaron autoridades policiales de Santa Maria a BBC Mundo.

Se sospecha que el incendio ocurrió cuando las bengalas usadas por la banda musical Gurizada Fandangueira alcanzaron material inflamable en el techo de la discoteca.

Un miembro de la banda negó sin embargo eso ante los investigadores y sugirió que el incendio ocurrió por problemas eléctricos, informaron medios brasileños.

Pero Arigony indicó a la prensa en la tarde de este martes que miembros del grupo musical sabían que el material pirotécnico empleado era sólo para exteriores, pero lo emplearon de todos modos para economizar.

Según el policía, el costo del material pirotécnico para espacios abiertos asciende al equivalente a US$1,25, mientras que el de interiores cuesta unos US$35.

TRABAJO COMPLETO Arigony también dijo que según los datos preliminares recabados, que aún deben ser confirmados en la pericia, los extintores que tenía la discoteca podían ser falsos ya que habrían fallado cuando intentaron usarlos.

Agregó que hay indicios de que la discoteca carecía de una iluminación adecuada para crisis y la muerte de decenas de personas en los baños pudo deberse a que creyeron que las luces de los mismos marcaban la salida de emergencia.

El policía indicó que la espuma que supuestamente era para aislamiento acústico de la discoteca era altamente inflamable y pudo haber producido el humo tóxico.

La investigación también procura determinar si las licencias que la discoteca debía tener para funcionar estaban vencidas, como denunciaron autoridades.

El alcalde de Santa Maria, Cesar Schirmer, afirmó que los permisos municipales estaban en regla. No obstante, la habilitación de bomberos estaría vencida desde agosto, según documentos mostrados por la Alcaldía.

Arigony dijo que los investigadores van a indicar a la Fiscalía si hubo negligencia de alguna fuerza pública.

La sociedad puede tener la seguridad de que la Policía Civil de Rio Grande do Sul va a hacer un trabajo completo, afirmó.

La tragedia movió a autoridades y políticos brasileños a anunciar medidas para controlar mejor los locales nocturnos del país.

La Cámara de Diputados indicó que va a trabajar en una ley nacional para unificar los criterios de otorgamiento de licencias a esos establecimientos y regular las normas antiincendios.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, anunció que los bomberos inspeccionarán todos los locales nocturnos de su estado con más de mil metros cuadrados de capacidad.

Los alcaldes de diversas ciudades de Brasil también prometieron una fiscalización mayor de establecimientos nocturnos tras reunirse el lunes con la presidenta Dilma Rousseff.