El gobierno brasileño instalará un nuevo sistema de correo electrónico para aumentar la seguridad en sus comunicaciones, tras revelaciones de que mensajes de la presidenta Dilma Rousseff fueron objeto de espionaje estadounidense, se anunció el lunes.
Según el ministro de las Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, Rousseff firmará en los próximos días un decreto que hará obligatorio el uso de un nuevo sistema de correos electrónicos más seguro en todas las instancias del gobierno.
Explicó que hasta el segundo semestre del próximo año, todos los órganos del gobierno federal deben tener en vigor una nueva versión del programa de intercambio de correos electrónicos que aumentará la seguridad de la red contra espionaje.
El decreto incluirá un cronograma para la implantación del nuevo sistema que será desarrollado por el Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro), un organismo estatal, para sustituir el actual sistema Outlook, de Microsoft.
Creemos que las ventajas del nuevo sistema son que cumple con las obligaciones de un país civilizado, no deja que las cuentas de correo electrónico sean invadidas, porque es fundamental que las personas tengan derecho a una comunicación con privacidad, con protección de sigilo, dijo Silva a periodistas.
“PARA PREVENIR EL ESPIONAJE” La presidenta Rousseff había anticipado el domingo en su cuenta de Twitter su intención de pedir al Serpro desarrollar un nuevo sistema de comunicación electrónica que proteja a los agentes del gobierno de posible espionaje.
Es la primera medida para ampliar la privacidad e inviolabilidad de los mensajes oficiales, escribió Rousseff. Es necesario más seguridad en los mensajes para prevenir el posible espionaje.
Medios locales de prensa divulgaron en los últimos meses informaciones basadas en documentos obtenidos por el ex analista de sistemas estadounidense Edward Snowden, de que la potencia norteamericana espió a la propia Rousseff y a la empresa petrolera estatal Petrobras.
También reveló que la inteligencia canadiense habría realizado acciones de espionaje sobre el Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
El periodista norteamericano Glenn Greenwald, quien publicó los reportajes con base en documentos de Snowden, dijo la semana pasada ante una comisión del Senado brasileño que Washington espía a Brasil y otros países por intereses económicos y para aumentar su poderío, desmintiendo la versión oficial de que se trata de una forma de prevenir ataques terroristas.