La Casa Blanca condenó en los términos más duros el despreciable ataque terrorista de Nairobi y ofreció su apoyo para que los autores de la matanza de un centro comercial en la capital keniana sean llevados ante la justicia.
En un comunicado, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, acusó directamente a Al Shabab, la milicia islámica somalí que se ha atribuido los ataques, y aseguró que los que han perpetrado este cruel acto deben ser llevados ante la justicia.
Hemos ofrecido todo nuestro apoyo al Gobierno keniano para ello y continuaremos al lado del pueblo keniano en sus esfuerzos para enfrentarse al terrorismo en todas sus formas, incluidas las amenazas que presenta Al Shabab, indicó la portavoz.
SE ELEVA NÚMERO DE MUERTOS La Casa Blanca también trasmitió las condolencias del Gobierno estadounidense a las víctimas, que ya suman 39 fallecidos y 150 heridos.
El comunicado confirma que ciudadanos estadounidenses fueron heridos, entre ellos personal de la embajada en Kenia, aunque no da detalles de si hay víctimas mortales o alguno ha sido tomado como rehén.
EE.UU. elogió la valiente respuesta del personal de seguridad y de respuesta temprana keniano, así como de la Cruz Roja de Kenia, que se ofreció a ayudar a sus conciudadanos.
El canal NBC indicó previamente que el Buró Federal de Investigación (FBI), que tiene una de sus oficinas más importantes en el exterior en Nairobi, está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Kenia.
Las autoridades kenianas creen que el número de víctimas aumentará, ya que el centro comercial Westgate es uno de los más lujosos y concurridos de Nairobi y el grupo de atacantes armados podría haber hecho rehenes.
De hecho, los integristas de Al Shabab, grupo que en febrero de 2012 anunció su unión formal a Al Qaeda, aseguraron a través de su cuenta de Twitter que han acabado con más de cien personas.