Los imponentes edificios de la Ciudad Prohibida de Beijing se construyeron con pesadas piedras que fueron trasladadas en trineo, según revela una investigación que se publica hoy en los Proceedings de la Academia estadounidense de las Ciencias.
Lo sorprendente de este descubrimiento es que cuando se construyó el antiguo palacio imperial chino, hace unos 600 años, en China hacía ya tres milenios que se utilizaban los vehículos con ruedas.
El ingeniero chino Jiang Li y su equipo investigaron las ventajas que supuso el transporte en trineo. En un documento de la fase de construcción se explicaba cómo fue trasladada una roca de 123 toneladas de peso a lo largo de 70 kilómetros: los trabajadores derramaban agua sobre el suelo helado y deslizaban la roca en trineo. Para tener suficiente agua, cada 500 metros cavaron un pozo.
Este método aún se utiliza en el norte del país, subrayan los expertos. Entre enero y febrero, en la provincia de Heilongjiang se transportó un edificio de 1.200 toneladas a través de una pista artificial de hielo.
La Ciudad Prohibida se considera una obra maestra de la arquitectura china. Desde 1987 el complejo palaciego forma parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.