El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó hoy su confianza en que si hay voluntad la paz llegará a su país este año, al exhortar a los colombianos a dejar los odios a un lado y confiar en el proceso de paz con las FARC.

Si hay voluntad, yo tengo fe que este año vamos a lograr la paz, dijo el jefe del Estado en una declaración que coincide con una gran tensión generada en torno al diálogo que celebra su Gobierno con las FARC a causa de un escalonamiento del conflicto armado interno en las últimas semanas.

Convencido de que hacer la guerra es más difícil que hacer la paz, Santos pidió dejar los odios a un lado porque con odiar siempre se pierde. Por eso instó a los ciudadanos de su país a trabajar de forma mancomunada. Unidos nos va mejor, polarizados nos estancamos, afirmó.

Santos pronunció estas palabras después de que el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, afirmara ayer en un comunicado difundido por Internet que las conversaciones con el Gobierno prosiguen de modo normal y que nadie ha amenazado con retirarse.

El dirigente guerrillero además acusó a la ultraderecha de presionar para volver a una solución militar del conflicto.

Este cruce de declaraciones a favor de la paz por parte de Santos y de Timochenko contrasta con la situación presentada en Colombia en las últimas semanas, cuando se han sucedido ataques y secuestros por parte de las FARC, así como ofensivas del Ejército.

UN MUERTO POR COCHE BOMBA Al menos un soldado ha muerto y tres personas más han resultado heridas por la explosión de un carro bomba en una zona rural del Cauca, confirmó a Efe la secretaria de Gobierno de este departamento del suroeste de Colombia, Edith Milena Cabezas.

En una conversación telefónica desde Popayán, capital del Cauca, Cabezas dijo que la víctima es un oficial del Ejército.

La explosión ocurrió en Caloto, al parecer, cerca de un retén del Ejército y sobre el puente que cruza el río que separa esa población del corregimiento El Palo, una zona rural muy afectada por los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y el sexto frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Precisamente, el carro bomba estalló en medio de combates en las inmediaciones, que, según la secretaria de Gobierno del Cauca, ya han cesado en las áreas pobladas.