Corea del Sur contraatacará rápidamente ante cualquier ataque de Corea del Norte, advirtió el lunes la presidenta surcoreana, en momentos en que las tensiones aumentan en la península por una retórica estridente de Pyongyang y el despliegue de aviones de combate estadounidenses.
Corea del Norte dice que la región está al borde de una guerra nuclear a raíz de las sanciones que Naciones Unidas impuso por su prueba nuclear y por una serie de ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que han incluido una inusual demostración del poder aéreo del país norteamericano.
Pyongyang, cuya economía es más pequeña de lo que era hace 20 años, parecía el lunes dar pasos para abordar su apremiante necesidad de inversión mediante el nombramiento de un reformador en el cargo de primer ministro, aunque la medida principalmente afianza el control de la dinastía gobernante Kim sobre cargos clave en el país.
Corea del Norte dijo el sábado que estaba entrando en un estado de guerra con Corea del Sur en respuesta a lo que denominó los hostiles ejercicios militares que se celebrarán al sur de su frontera.
RESPUESTA RÁPIDA Si hay alguna provocación en contra de Corea del Sur y su pueblo, debe haber una respuesta firme () sin ningún tipo de consideraciones políticas, dijo la presidenta Park Geun-hye al ministro de Defensa y funcionarios de alto rango en una reunión el lunes.
Corea del Sur ha cambiado sus reglas de combate para permitir que las unidades locales respondan de inmediato a eventuales ataques, en lugar de esperar la autorización de Seúl.
Molesta por las críticas de que su respuesta al ataque a una isla surcoreana en el 2010 fue demasiado lenta, Seúl ha amenazado con destruir las estatuas de la dinastía gobernante y del líder norcoreano, Kim Jong-un, un plan que ha indignado a Pyongyang.