La imputación de la infanta Cristina en un caso de corrupción causa una enorme preocupación en el Gobierno ya que perjudica a la institución monárquica y a la imagen exterior de España, dijo el jueves el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo.

Cualquier cosa que afecte a una institución que ha sido capital en la Transición española y que es capital para el prestigio de España en el exterior, causa una enorme preocupación en el Gobierno, dijo Margallo a periodistas antes de un acto en Madrid.

Lo que pido es que se sustancie con rapidez porque, efectivamente, beneficiar, no beneficia a la marca España, agregó.

La infanta fue imputada el miércoles por el magistrado de Palma de Mallorca José Castro, que detectó indicios de un delito de complicidad con su esposo, Iñaki Urdangarin, acusado de enriquecerse mediante el desvío de fondos públicos a través de Nóos, la organización sin fines de lucro que presidía.

De no prosperar el recurso anunciado por la Fiscalía contra la decisión del juez, la Duquesa de Palma tendrá que comparecer el 27 de abril en los juzgados mallorquines. El abogado de su esposo, Mario Pascual Vives, anunció que no se encargaría de la defensa de Cristina de Borbón.

La histórica imputación de la Infanta fue ampliamente recogida en la prensa española, que se debatía entre quienes consideran que demuestra la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y quienes creen que las pruebas son endebles, y que el juez está poniendo en peligro la institución monárquica.

El tema, que monopolizaba las portadas de todos los diarios nacionales, tuvo también una gran repercusión internacional y amplia difusión en las redes sociales, al tratarse de un caso inédito en la historia de la monarquía española.