Estados Unidos envió hoy dos bombarderos Stealth B-2 Spirit, indetectables por radar y con capacidad nuclear, para participar en los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur, informó el comando militar estadounidense en Seúl.
Los aviones cubrieron un trayecto de más de 10.460 kilómetros desde la base aérea Whiteman en Missouri hasta Corea del Sur y regreso a Estados Unidos.
Los bombarderos, que tienen capacidad de portar cabezas nucleares, lanzaron municiones inofensivas en un campo de entrenamiento surcoreano, en una misión para demostrar la capacidad de Estados Unidos de llevar a cabo ataques de larga distancia y precisión con rapidez y el compromiso de defender a la República de Corea y extender el efecto disuasorio en la región Asia Pacífico, añadió.
Las tensiones en la península coreana crecieron sensiblemente desde el tercer test nuclear realizado por Pyongyang en febrero, seguido de nuevas sanciones por parte de la ONU y ejercicios militares conjuntos de Seúl y Washington, a lo que Corea del Norte respondió suspendiendo el acuerdo de alto el fuego con su vecino del sur que puso fin a la guerra de Corea en 1953 y con numerosas amenazas de ataques.
El martes, Corea del Norte cortó la única comunicación telefónica militar con Corea del Sur y habló de la posibilidad del inicio de una guerra en cualquier momento. Pese a ello, cientos de surcoreanos fueron hoy a trabajar en el parque industrial común situado en la ciudad fronteriza de Kaesong, en Corea del Norte. Unos 400 surcoreanos pasaron esta mañana la frontera sin grandes problemas, informó una portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.
A través de esa comunicación militar se regulaba, entre otras cosas, el tráfico de surcoreanos al complejo industrial. Los analistas creen que Pyongyang quiere mantener de momento la actividad del mismo, ya que supone una importante fuente de divisas para el país y da trabajo a muchos norcoreanos. En el complejo operan unas 120 empresas surcoreanas.