La joven pianista Laia Martín ensayaba todas las tardes en la casa de sus padres en la provincia de Girona, España. Lo que para ella era un disciplinado placer que la llevaba a perfeccionar su técnica, para su vecina, Sonia Bonsom, era un martirio.
En el 2007 Bonson, quien reside en el piso inferior a la vivienda de la familia Martín, inició un proceso judicial en el que acusaba a la joven, que en ese entonces tenía 20 años, de causarle daños psicológicos.
La Fiscalía de Girona solicitó siete años de prisión para la pianista. Laia habría cometido delitos contra el medio ambiente e infringido lesiones psíquicas, indica elpais.com. La pena no resultó razonable para la corte. La petición de Fiscalía rebajó a 20 meses de prisión, como parte de una acusación particular.
Hoy, Laia y sus padres, recibieron finalmente la buena noticia de que ella está absuelta de todo cargo inculpado. La sentencia de la Audiencia Provincial de Girona señala que “en este proceso se ha disparado contra todo lo que se movía, por elevación y con pólvora de rey”.
El tribunal también reprocha la “absoluta falta de fundamento” para acusar a Martín, a quien considera una víctima de una pena de banquillo injusta e injustificada.
La joven seguirá practicando. Durante el curso de este proceso la familia Martín adquirió un piano más, y acondicionó uno de los ambientes de ensayo de Laia para que este fuera insonoro.