Los controvertidos programas secretos de vigilancia de Internet y llamadas telefónicas en Estados Unidos ayudaron a desactivar unos 50 atentados en diferentes partes del mundo después de los ataques del 11 de setiembre, entre ellos uno a la Bolsa de Valores de Nueva York, según aseguran las autoridades de ese país.
Durante una audiencia llevada a cabo por una comisión del Congreso, el subdirector del Buró Federal de Investigaciones Sean Joyce declaró que en un programa de seguimiento de extremistas en Yemen, agentes estadounidenses detectaron un complot para atacar la Bolsa de Nueva York.
Por su parte, el director de la Agencia de Seguridad Nacional, Keith Alexander, aseguró que los programas de vigilancia secreta que se han conocido públicamente en días recientes, habían ayudado a prevenir más de 50 atentados e insistió en que eran claves en la lucha contra el terrorismo.
Alexander prometió dar más información sobre los complots desactivados.