EE.UU. ha asegurado a la UE que verifica la veracidad de la información que le acusa de haber espiado las representaciones comunitarias en Washington y la ONU, y ha prometido dar explicaciones a sus socios comunitarios, dijo hoy la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

La Unión Europea (UE) está al tanto de las informaciones en la prensa, alegando que oficinas de la Unión han estado bajo vigilancia, señaló en un comunicado, en el que aseguró que ha abordado inmediatamente este problema con las autoridades de EE.UU.

El Servicio Europeo de Acción Exterior se ha puesto en contacto con las autoridades estadounidenses tanto en Washington como en Bruselas para pedir aclaraciones urgentes sobre la veracidad y los hechos que rodean estas alegaciones, señaló Ashton.

EE.UU. VERIFICA VERACIDAD DE LA INFORMACIÓN El Gobierno de EE.UU. ha transmitido a la UE que está verificando la veracidad de la información publicada el sábado y que volverán a nosotros cuanto antes con una respuesta, indicó.

La jefa de la diplomacia europea admitió que esta información es claramente preocupante, pero recalcó que no hará más comentarios hasta que haya más claridad al respecto.

La UE está estudiando el supuesto espionaje por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. de los ordenadores de las representaciones comunitarias en Washington, dijo hoy a Efe el portavoz comunitario Olivier Bailly.

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, se declaró profundamente preocupado y sorprendido al respecto y exigió a EEUU que aclare lo ocurrido.

Si las acusaciones resultan ser verdad, sería un asunto muy grave que tendrá un serio impacto en las relaciones UE-EE.UU., recalcó el socialista alemán en un comunicado.

El supuesto espionaje ha sido revelado este fin de semana por el semanario alemán Der Spiegel, que cita documentos del ex colaborador del espionaje estadounidense Edward Snowden.

Según esta publicación, la NSA espió las representaciones de la UE y la ONU en EEUU, tanto a través de micrófonos instalados en esos edificios como de su red informática interna conectada a Bruselas, y accedió a contenidos de conversaciones confidenciales, correos electrónicos y archivos de los ordenadores.