El expresidente mexicano Felipe Calderón dijo que el presunto espionaje del que él fue objeto durante su mandato, por parte de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, es un agravio para las instituciones de México y pidió a la cancillería mexicana transmitir una protesta al gobierno de Estados Unidos.
Los políticos de oposición y analistas criticaron al gobierno por una reacción a la que consideraron tibia frente a las nuevas revelaciones.
El exmandatario afirmó que se mantendrá atento a las gestiones de la cancillería para exigir las explicaciones pertinentes. Más que persona, es un agravio a las instituciones del país, dado que se realizaron cuando ejercía el cargo de presidente de la República, escribió Calderón en su cuenta de Twitter.
En otro mensaje en la misma red social, Calderón informó que pidió al canciller José Antonio Meade transmitir mi más enérgica protesta por el espionaje del que fui objeto.
FUE SNOWDEN La revista alemana Der Spiegel publicó el domingo que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos espió el sistema de correo electrónico de Calderón cuando era presidente de México.
Con base en documentos filtrados por el ex empleado de la Agencia Edward Snowden, Der Spiegel indicó que el gobierno estadounidense tuvo acceso al dominio presidencia de México, que también era utilizado presumiblemente por miembros del entonces gabinete de Calderón.
La cancillería mexicana señaló el mismo domingo que esa práctica es inaceptable, ilegítima y contraria al derecho mexicano y al derecho internacional y dijo que enviará una nota diplomática a Estados Unidos.
La embajada de Estados Unidos en México respondió el lunes en una declaración escrita que no hará comentarios públicamente sobre cada asunto específico que se dé a conocer, pero que su gobierno ha dejado en claro que reúne información de inteligencia como lo hacen otras naciones y que ha comenzado a revisar las maneras de hacerlo para equilibrar las preocupaciones por la seguridad de sus ciudadanos y las relacionadas con la privacidad.
Analistas y políticos opositores en México señalaron que la actitud del gobierno mexicano frente al presunto espionaje que también habría afectado a otras naciones como Brasil y Francia parece estar más encaminada a cuidar su relación con Estados Unidos, su vecino y principal socio comercial.
El analista Lorenzo Meyer dijo el lunes en MVS Radio que la reacción del gobierno a través de su cancillería es inaceptable, pero entendible, porque parece que México quiere mantener una buena relación con los Estados Unidos.
Gabriela Cuevas, senadora del conservador y opositor Partido Acción Nacional, calificó de excesivamente prudente la reacción del gobierno y dijo que buscará una reunión del embajador estadounidense en México, Anthony Wayne, con los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores que ella preside.
Ha habido países que sí le han dado una importancia mucho más grande a este tema y que me parece que ha sido una respuesta mucho más contundente que la de nuestro país, como es el caso de Brasil, dijo el lunes en rueda de prensa la legisladora.
A diferencia de México, el conocimiento de espionaje en Brasil generó tal indignación que la presidenta Dilma Rousseff canceló una visita de Estado a Washington y criticó a Estados Unidos por lo que consideró violaciones a los derechos humanos y libertades civiles.
La postura del gobierno me ha parecido muy tibia, muy mediocre, dijo el lunes a periodistas el diputado Ricardo Monreal, del partido izquierdista Movimiento Ciudadano.
También en MVS Radio, la analista política Denise Dresser consideró que el gobierno mexicano debería dejar atrás la actitud agachona y pusilánime y asumir una posición enérgica frente a Estados Unidos.
Salvo el comunicado del domingo, el gobierno de Peña Nieto no ha hecho ningún otro comentario.
EN FRANCIA TAMBIÉN En Francia también se reportó el espionaje a teléfonos celulares franceses, lo que llevó al gobierno de Francois Hollande a convocar al embajador estadounidense para pedirle explicaciones.
El presidente estadounidense Barack Obama llamó el lunes a su colega francés y hablaron de la indignación en el país europeo por las agresivas tácticas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana.