Francia sancionará con multas de 1500 a 3000 euros a quienes paguen por sexo

El país que en 1804 autorizó los burdeles, y los mantuvo abiertos durante más de 120 años, aprobará el miércoles una ley que sancione a los clientes de la prostitución.

La primera detención se sancionará con una multa de 1500 euros, mientras que la reincidencia se castigaría con 3000 euros, así lo informó el diario El País en su versión online.

En medio de un apasionado debate, la Asamblea Nacional de Francia anunció que las disposiciones que acompañan a la Ley servirán para perseguir al proxenetismo en Internet, y habilitar un programa de ayuda social para quienes dejen el oficio.

“Decir que las mujeres tienen derecho a venderse es esconder el hecho de que los hombres tienen derecho a comprarlas”, defendió el ponente socialista de la reforma, Maud Olivier, antes de que los parlamentarios iniciaran la votación a favor o en contra de la Ley contra la Prostitución. La Asamblea Nacional francesa dio luz verde.

LA INNOVADORA LEY La nueva Ley que combatirá la explotación sexual de hombres y mujeres en Francia, busca reducir los niveles de prostitución callejera, reincorporar a las trabajadoras sexuales a la sociedad, y sensibilizar a los clientes de esta antigua e ilegal práctica.

Si bien el primer borrador de la norma contempló penas de cárcel, el diario español El País destacó que no se castigará con prisión y multas de más de 3500 euros a quienes ejerzan la prostitución callejera, como se hacía durante el gobierno de Nicolás Sarkozy. La pena estará enfocada en el cliente, y el proxeneta.

El gobierno francés plantea ayudar a los trabajadoras sexuales, que suman entre 20 mil y 40 mil personas (15% de ellos son hombres), ofreciéndoles acogerse a un programa de salida de la prostitución.

Dentro de los beneficios otorgados a quienes tomen la decisión de abandonar el meretricio también está: acceder a exención de impuestos, obtener permisos de residencia en caso de ser extranjeras (80% de las trabajadoras sexuales lo son), y recibir una ayuda de 336 euros mensuales, además de un espacio en casas de acogida.